El consejero aragonés de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, ha estimado hoy que en unos ocho o diez días los seis municipios afectados por la contaminación de lindano podrán volver a beber agua del Gállego, en el que están bajando los niveles de este pesticida.

Lobón ha agregado, en una rueda de prensa, que es "razonable" pensar, porque "nadie lo puede decir matemáticamente", que en esos días haya bajado la contaminación a los niveles permitidos por la Unión Europea, aunque ha subrayado que para ello deberán estar colocados todos los filtros nuevos, y una vez que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) lo autorice.

Ha informado de que no ha aparecido ningún otro pueblo afectado y ha admitido que todavía no conocen el origen de la contaminación del río, por lo que han "urgido" a una empresa que han contratado que investigue todas las hipótesis, "las razonables y las no razonables", por "descabelladas" que sean, y que lo haga "contrarreloj".

"Queremos conocer toda la verdad", ha agregado Lobón, quien ha afirmado que la que a ellos les corresponde, que es la del traslado del vertedero de Bailín, con los residuos de la antigua empresa Inquinosa, se han cumplido los límites de vertidos autorizados y exigidos por la CHE, inferiores a 50 microgramos de lindano por litro, en la depuradora y en la balsa de aguas limpias.

En este sentido, y en referencia a los datos aportados ayer por la Confederación, que ha abierto un expediente sancionador al Gobierno de Aragón, de que se habían alcanzado 438 microgramos por litro el 11 de septiembre, ha dicho que la toma de la CHE estaba en el barranco, que ya no es competencia del Ejecutivo autonómico.

Tras afirmar que la contribución del vertido a la contaminación del río ha estado por debajo de los 50 microgramos por litro, Lobón ha pedido que se investigue ya que puede ser debida a las tormentas o porque se haya revuelto el cauce del pantano de La Peña, que tiene tradicional contaminación por lindano en superficie y en el fondo.

Ya que el objetivo es poner remedio a esta contaminación, para la que no existen productos para limpiarla, y por el momento para poder volver a beber el agua del río la única solución es licuar el agua todo lo que se pueda para que el lindano baje al parámetro permitido, de 0,10 microgramos por litro.

Asimismo, ha dicho que ha comenzado el análisis "exhaustivo" con las empresas responsables del traslado para averiguar si ha habido alguna dejación, aunque "no culpo a nadie", y ha insistido en que se trata de una obra "bien hecha", necesaria, y con "responsabilidad política", ya que no hacerla hubiera sido más peligroso que hacerla.

El consejero ha anunciado que el próximo martes, día 7, se entrevistará con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, para solicitarle un nuevo convenio con el Gobierno central, no sólo en el sentido de luchar contra la contaminación, sino para que se incluyan dos nuevas vías.

En este sentido, ha dicho que le pedirá que se realicen un abastecimiento alternativo a todas las poblaciones del Gállego y estudios de los pantanos y de los ríos, una cuestión "muy compleja, muy ardua" y que no se ha abordado hasta ahora.

Ha informado que ya se está haciendo un estudio para una de las poblaciones afectadas, Villanueva de Gállego (Zaragoza), con agua de Yesa, un proyecto que puede estar terminado antes de final de año y que cuenta con financiación para poder ser licitado.

Este municipio tendría así resuelto su problema para siempre, ha señalado Lobón, quien ha indicado que hay que estudiar también, y lo está haciendo el Instituto Aragonés del Agua (IAA), otros abastecimientos alternativos para el resto de las poblaciones y sin perjuicio de que las obras corresponden al Gobierno central.

Según el consejero, el ideal es que todos se puedan abastecer de manera alternativa, aunque se trata de un proyecto de "mucha envergadura", pero quieren que se aborde cuanto antes.

Ha informado que el IAA está haciendo obras en Villanueva, para colocar nuevos filtros, que está previsto finalicen el 10 de octubre, una localidad que ya podrá beber agua del grifo siempre que la contaminación por lindano haya bajado "sustancialmente".

En este caso también podrán consumir agua el resto de las poblaciones afectadas: Santa Eulalia, Piedratajada, Ardisa, Marracos y Biscarrués.

Y es que la "sensación" es que está bajando la contaminación, pero hay que verlo "con todo rigor", ha informado Lobón, una vez conocidos los últimos datos en una reunión técnica celebrada hoy mismo.

Así, se ha puesto de manifiesto que con la suelta de agua desde el pasado día 1 en el embalse de La Peña, de hasta 16 metros cúbicos por segundo, en este pantano ha subido la contaminación un poco, a 0,74 microgramos por litro, frente a los anteriores de 0,48, debido a que tiene diferentes estratos y en función del punto en el que se toma la medición y de las corrientes.

Mientras que en Ardisa ha bajado de 0,43 a 0,32 microgramos por litro.

El objetivo final es que se limpie el pantano de La Peña todo lo que se pueda para poder soltar grandes cantidades de agua y limpiar el río, ha señalado Lobón, quien ha informado de que se ha tomado la decisión de realizar controles cada dos días y que el Gobierno de Aragón quiere que los ciudadanos puedan beber agua cuanto antes.

Ha vuelto a insistir en que la contaminación por lindano "no es una cuestión de salud pública" y que se trata de un "grave" asunto, sobre el que el Ejecutivo quiere que haya "luz" absoluta y transparencia.