Decenas de aperos antiguos agrícolas y ganaderos -trillos, guadañas, horcas pajeras, carretillas de madera, barriles, medidas de peso como las fanegas o las arrobas de vino y de aceite- fueron cedidos ayer por vecinos de los municipios de Aínsa para decorar el escenario de la Plaza Mayor y retroceder al año 1423. A ello contribuirá también el reparto de 20 pacas de trigo, para alimentar a algunos animales, como gallinas o caballos, o para distribuir en algunas de las denominadas «cápsulas históricas» por el profesor Darío Español (en alusión a cada uno de los puestos de los antiguos oficios que volverán a cobrar vida durante el fin de semana).

Estos son algunos pequeños detalle con el fin de eliminar cualquier elemento inexistente en la Edad Media. «Con el Arqueomercado devolveremos la Plaza Mayor al siglo XV», explicó Darío Español.

Ha comenzado la cuenta atrás para la celebración del Arqueomercado de reconstrucción histórica, de cuya recreación se encarga la empresa altoaragonesa Factoría Medievalia. El viernes, a las 18.00 horas, se abrirá al público en la impresionante plaza porticada, uno de los espacios más llamativos del histórico casco antiguo.