La celebración del patrón de la Universidad de Zaragoza (UZ), San Braulio, se convirtió ayer en una puesta en escena de buenas caras y palabras. El rector de la UZ, Manuel López, y la consejera de Educación, Dolores Serrat, se bailaron el agua el uno al otro ayer durante el encuentro. Tanto que López negó que hubiera "enfrentamientos" entre la institución y la DGA. Los rifirrafes por la falta de financiación, por el mal estado de la facultad de Filosofía o por el nuevo grado de Magisterio en la Universidad San Jorge (USJ) resultaron ser meras "discrepancias".

López eludió responder al portavoz del Ejecutivo, Roberto Bermúdez de Castro, que el jueves pasado acusó al rectorado de "hacer política" contra el Gobierno. "No voy a incidir en esa declaración. No hago intervenciones que tengan que ver con políticas partidarias", explicó para después precisar que "hay que favorecer el clima de cordialidad" entre la universidad y el gobierno, independientemente de que haya "discrepancias compatibles con la cordialidad".

Para Serrat es momento de hacer balance y ver qué "cosas han ido bien y cuáles están pendientes". En la calle parecían tener alguna de las respuestas. Varios estudiantes le recordaron con un cheque gigante los 53 millones que la DGA le debe a la universidad. O el estado en el que se encuentra la facultad de Filosofía. Serrat dijo que está "en el consciente de todos" la necesidad de ejecutar el plan de infraestructuras en estas instalaciones aunque admitió que, a dos meses de las elecciones y tras años de peticiones, ya no hay margen de maniobra.

FILOSOFÍA

La titular de Educación reiteró que se acometerán los trabajos de urgencia --como evitar que sigan cayéndose protectores de fluorescentes o falsos techos-- a través del fondo de contingencia que cuenta con 23,2 millones de euros y que está siendo el recurso utilizado por el Gobierno para solucionar imprevistos, como los cuantiosos daños ocasionados por la crecida del Ebro.

Pero para Serrat se ha dialogado y avanzado en este asunto. Un hecho que negó el rector con una sonrisa y diciendo que su silencio no era conformidad con la consejera, es cordialidad". Porque ayer era el día de ser amigos. Salvo cuando se hablaba del grado de Magisterio que han autorizado a la universidad privada.

Mientras López indicó que todavía hay tiempo para reconsiderar conjuntamente si se acepta que la universidad privada implante este grado, Serrat dijo todo lo contrario: "No hay margen". Para el rector, que la USJ ofrezca Magisterio puede "producir alguna debilidad en los campus periféricos de Teruel y Huesca". En cambio, para Serrat lo que hará será "complementar" a la universidad pública.