--Reelegido como secretario general del sindicato médico sin oposición alguna. ¿Eso es bueno o malo?

--La competencia siempre es buena y estimulante; por eso el reglamento electoral pretende facilitar la participación de todos los afiliados al máximo. Dicho esto, entiendo que la falta de oposición es un sí tácito de los afiliados a la gestión que se ha llevado a cabo.

--¿Qué supone para usted la reelección y qué objetivos se marca?

--La reelección es tanto un aprobado a la gestión anterior como un voto de confianza. Por eso los objetivos son muchos y muy ambiciosos. Y no solo en el plano autonómico, porque la recuperación de nuestro poder adquisitivo depende en gran medida de acciones con el Gobierno central, que es quien nos recortó los sueldos. Por eso el sindicato aragonés está muy presente en la dirección del nacional. Pero el empleo y el resto de condiciones laborales se tendrán que resolver con el Ejecutivo autónomico. Ya hemos empezado por el Acuerdo por el Empleo de julio, que es muy importante y por eso lo primero será velar por su cumplimiento escrupuloso. Pero en un sindicato profesional es importantísimo también que la opinión de los facultativos sea fundamental en la toma de decisiones.

--¿Qué debe cambiar el sindicato y qué mantener?

--Este nuevo Comité Ejecutivo ya supone una importante renovación: 10 de sus 17 miembros son nuevos. Y ese era uno de los cambios necesarios. Buscamos más opinión directa de los afiliados, para que todos perciban el sindicato como suyo de un modo activo. Pero vamos a mantener nuestra independencia, nuestra transparencia y nuestra prioridad: la defensa de los intereses laborales del médico.

--¿Cómo es la relación actual con la Administración?

--Con muchas sombras, porque la política sanitaria se ha basado en el recorte y el principal pagano ha sido el profesional. Este Gobierno no atiende otras razones que el ahorro a corto plazo y eso al final cuesta más. Si no previenes, pagarás tratamientos, que siempre es peor y más caro; si no contratas, o no repones jubilados, creas más listas de espera y las listas de espera matan. Alguna luz, pocas, como el reciente Acuerdo por el Empleo.

--¿Cuál es el estado de ánimo de los profesionales?

--Lo más preocupante es el desánimo y la desmotivación. Los facultativos necesitan poca dirección: somos profesionales muy cualificados que sabemos perfectamente cuál es nuestro trabajo y sus repercusiones sanitarias, sociales y económicas. Cuando desde los gestores se dan instrucciones que no podemos entender ni compartir, surge la desmotivación. Y si añades que cada año disminuye tu sueldo, aumenta la presión asistencial y no ves futuro.

--Recortes, supresión de complementos, jubilaciones forzosas-. ¿Qué les ha causado más daño en los últimos años?

--Cada una por separado son injusticias y agravios, pero todas juntas hacen que los médicos pensemos que este Gobierno va a por nosotros.

--Ya han comenzado los juicios por esos retiros anticipados. ¿Cree posible que los tribunales lleguen a dar la razón al sindicato? ¿A qué abocaría eso?

--Pronosticar veredictos es muy difícil, hasta para los propios juristas. Lo cierto es que el Gobierno cambió las condiciones de juego en mitad de la partida y sin modificar el reglamento. Y que el fin buscado era el ahorro, a través de un ERE, ya que la reposición estaba limitada a un 10%. El Gobierno debería rectificar, por el bien no solo de los afectados sino de todos los ciudadanos, que es a quienes se ha recortado la oferta asistencial, por un lado, y en quienes repercutirá el roto a la caja de pensiones que esta medida supone.

--¿Cómo cree que se ha gestionado la polémica del ébola en Aragón?

--El ébola nos ha pillado a casi todos sin preparación ni entrenamiento. Ponerlos en marcha correctamente ha costado un tiempo, en el que se han evidenciado estas carencias y hemos tenido que aprender de lo que se hace en todo el mundo. Pero yo creo que en estos momentos se ha emprendido el buen camino: protocolización internacional, formación exhaustiva a los profesionales y dotación de los medios necesarios. Y sobre todo porque el peso de las decisiones ha pasado de la esfera política a los comités de expertos en el tema.

--En los últimos meses se ha llegado a varios acuerdos con la consejería, como en el pacto por la sanidad y el compromiso de consolidar el empleo. ¿Por qué no pudo llegarse a otros, como, por ejemplo, en la carrera profesional?

--Sí hemos avanzado, aunque sea tímidamente. Se están evaluando ya los cambios de nivel previstos y se irán reconociendo durante las próximas semanas.