Las cifras varían, pero el mensaje es prácticamente unánime: Los robos en pisos y trasteros de Zaragoza y localidades de su entorno han aumentado considerablemente en los últimos meses, y no solo respecto al resto del año --algo tradicional antes de Navidad-- sino respecto a otros años. La Policía declina ofrecer cifras sobre denuncias, pero los profesionales del otro gremio --aparte de los ladrones-- más directamente implicado en el asunto, los cerrajeros, estiman en algunos casos una crecida de hasta un 60%. Para otros es de un 30%, incluso de un 7%. Como quiera que lo concreten, las descripciones del aumento son incluso más clarificadoras, desde el "se nota bastante" hasta el "es una pasada".

Así lo explican desde una de las mayores empresas del sector en Aragón, Hermanos Justo. "Antes de Navidad es normal que haya más robos, sobre todo en los trasteros, porque allí se guardan los regalos", explicaba una empleada. "Pero este año han aumentadao una pasada, también en las viviendas, podemos estar hablando de un 60% de aumento", aseguraba. En la cerrajería Servet se mostraban más conservadores respecto a la cifra, --"un 30%, pero en los tres últimos años"--, aunque también aseguran que actualmente pueden estar atendiendo "un servicio por robo al día, cuando hace no demasiado eran dos a la semana".

En un rango similar, el responsable de la cerrajería Los Maños también fija la cifra entre un 30% y un 40%. "Se ve muy claro el aumento, roban horrores en Zaragoza", asegura. Sin tanta contundencia, en la cerrajería El Rápido sí hablan de un problema "generalizado", aunque no creen que se haya incrementado más allá de un 8%.

El modus operandi de estos asaltos coincide --según algunos cerrajeros, sospechan que todos podrían ser obra de la misma banda--, pero no tiene nada de sofisticado. "Entran, revientan la puerta entera y se van. Muchas veces ni siquiera emplean herramientas, directamente las tiran a patadas", coincidían varios de ellos.

"DE ANDAR POR CASA" Según los testimonios de los cerrajeros, a medida que la crisis económica va agotando los recursos, los cacos se vuelven menos sibaritas tanto en las zonas como en los objetos. En cuanto a las primeras, los asaltos parecen concentrarse en zonas "de vivienda de VPO", como Parque Goya o Valdespartera, entre otros barrios. Viviendas con abundancia de trasteros compartidos, donde los cacos campan a sus anchas. "Son chorizos de andar por casa, que se aprovechan de la mala calidad de los materiales en estos edificios", explican desde Los Maños.

El objetivo de los robos también está cambiando, según varios de estos profesionales. En la cerrajería San Jorge explican que "hay más robos, pero son de cotilleo, entran en más casas que antes pero se llevan pocas cosas, muy concretas, como ordenadores portátiles o joyas. Antes era más normal que rebuscasen, ahora huyen rápido".

La parte positiva del crecimiento de los asaltos para estos profesionales es que, pese a la crisis, el miedo de los vecinos incrementa el negocio. "Es bastante normal que si hay un asalto en una casa, aunque a uno no le toque, aproveche para reforzar la puerta como el de al lado. Nos llegan a decir textualmente ponme la misma que a la vecina", explicaban desde uno de los establecimientos. Una puerta blindada, según varios de ellos, ronda los mil euros, "pero cuando les roban, a muchos les compensa".