El nombre del alcalde fue el protagonista en la ruidosa concentración de ayer contra el ERE de Autobuses Urbanos de Zaragoza. Los despedidos y trabajadores le lanzaron dos mensajes claros: lucha y huelga.

Los decibelios suben en cada concentración. Hasta 120 euros se gastaron ayer los afectados entre las tracas que dieron por iniciada la tercera reunión de protesta y los petardos que durante más de una hora se mezclaron con los pitos y gritos del tradicional lema sí se puede acompañado de Belloch, escucha: lucha y lucha o Belloch, recuerda: tenemos una huelga.

Más lenta de lo normal, los asistentes cortaron el tráfico de la plaza Paraíso, además del paseo de la Independencia, no sin avisos de la Policía Nacional de que no estaba autorizado. Una sentada en la que se vieron varios sombreros mexicanos, satirizando la compra del Grupo Avanza por la empresa mexicana. A este respecto, el presidente del comité de empresa, Javier Anadón, criticó que en un mes el transporte de Zaragoza ha pasado ya por tres empresas: "la de aquí, una inglesa y ahora una mexicana" y avisó a esta última que "si no es capaz de mantener el servicio de autobús, que se vaya".

OBJETIVO: HUELGA

La marcha transcurrió sin incidentes, pero sí hubo tiempo para realizar una pitada en contra del inspector que se encontraba en la caseta de información a AUZ en la plaza de Aragón.

Los concentrados transmitieron ayer una decisión previsible desde hacía tiempo: habrá huelga. No se sabe todavía si será permanente o se producirán paros parciales. Durante la asamblea que ayer mantuvieron comité y despedidos, acordaron que era el momento de dar un paso adelante y paralizar el transporte de la ciudad. "La lucha que se avecina no va a ser fácil y en una semana no se logrará nada" aún así, la asamblea lo tuvo claro, "de este conflicto solo vamos a salir con una lucha".

El objetivo es llegar al juicio, ya que la propuesta de presentar una demanda judicial se mantiene, es llegar con las movilizaciones activas para ejercer presión. Es más, dado que la reunión con el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje del miércoles no finalizó con acuerdo, mencionaron la posibilidad de trasladar a Madrid las protestas.

Van más allá. La plataforma y representantes de trabajadores, haciendo uso del lema de que la unión hace la fuerza, van a buscar el apoyo de otros comités de empresa y asociaciones de vecinos para ganar fuerza y poder presionar así a un ayuntamiento al que califican de responsable de este conflicto. Lo tienen claro: si no hubiera habido una reducción de kilómetros, no habría habido despidos.