Los glaciares pirenaicos han pasado de los 45 kilómetros que ocupaban en 1870 a los 5 en la década de 2000, y si el ritmo de crecimiento de la temperatura se mantiene, podrían desaparecer en torno al año 2070.

Estos son algunos de los datos recogidos por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático que, junto con los resultados del quinto informe intergubernamental del cambio climático, se presentarán durante el "Coloquio Internacional del cambio climático en zonas de montaña" inaugurado hoy en el Planetario de Pamplona.

En sólo tres años de andadura el Observatorio Pirenaico se ha convertido, según ha señalado el consejero foral de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Javier Esparza, en un "fructífero marco de colaboración transfronteriza" y sus estudios serán "claves" para el futuro "de una parte importantísima de Navarra y Europa".

Este Observatorio ha recabado información sobre el impacto del cambio climático en el macizo pirenaico y ha señalado que el 60 % de las especies vegetales de montaña están en peligro de extinción, tendencia que puede verse intensificada por un aumento de temperaturas de entre 2,8 y 4 grados previsto por el Consejo Superior de Investigaciones científicas de España.

El incremento térmico provoca que las capas de vegetación de este tipo avancen hacia zonas más altas de la montaña a un ritmo de 3 metros al año en el macizo pirenaico.

Todas estas variaciones, provocadas por el cambio climático, tienen un impacto significativo sobre las reservas de agua, pero también sobre actividades humanas como la agricultura, la producción de energía hidroeléctrica y el turismo.

Sin embargo, en este foro se parte de la idea de que ya no basta con la atenuación del cambio climático, sino que es necesario gestionar las oportunidades y adaptar la actuación a las nuevas circunstancias, de ahí que el título del encuentro sea "Observar para adaptarse".

En el coloquio internacional no se trata sólo de concienciar de la realidad del cambio climático en las zonas de montaña, concretamente en los Pirineos, sino en la necesidad de realizar una cooperación transfronteriza entre España, Francia y Andorra en el marco de la Unión Europea.