No hubo acuerdo. Tras más de seis horas de reunión en la sede del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje, los 1.400 monitores de comedor escolar cuyo trabajo gestiona una contrata --los hay que no tienen o que cuentan con personal propio-- están llamados a una huelga indefinida a partir del día 8.

Las diferencias entre las partes, que encuentran su origen en la negociación del convenio colectivo, se hicieron nuevamente insalvables. La representación sindical y la Asociación Empresarial de Restauración de Colectividades de Aragón y La Rioja (Aercar) quemaron ayer un último cartucho y, a falta de la ratificación de las asambleas de empleados convocadas para hoy, la huelga es una realidad.

Sobre la mesa, cuestiones como las retribuciones, la antigüedad y los permisos retribuidos. Rosa Serrano, de la Federación de Servicios de UGT, acusó a los empresarios de "radicalizar aún más su postura" y de plantear "aún más ajustes que al comienzo de la negociación". Según Serrano, Aercar pretendía que "durante los próximos cinco años, las trabajadoras asumiéramos la pérdida íntegra del IPC, además de perder los tres días de libre disposición".

La representante de UGT arremetió también contra el Gobierno de Aragón, al que acusó de "irresponsable" por no "haber querido mediar". En la misma línea se expresó Izquierda Unida. Fuentes del departamento de Educación informaron, sin embargo, de que el Gobierno de Aragón "no puede fijar las condiciones laborales de una empresa". "A ambas partes se les ha pedido que agoten las vías de negociación, pero la administración no puede ir más allá", apuntaron las mismas fuentes.

En el horizonte se perfila además otro conflicto, a cuenta esta vez de los servicios mínimos. Mientras la consejera Dolores Serrat declaraba ayer que su departamento trabajaba en la elaboración del decreto, Serrano apuntó que el del comedor "no es un servicio esencial, como reconoce una sentencia judicial del 2005 y como se puso de manifiesto en las últimas huelgas generales", en las que la DGA no fijó servicios mínimos.