La comunidad general de Riegos del Alto Aragón recordó ayer a las empresas de ráfting ubicadas en el río Gállego que la actual situación de sequía ha obligado a restringir en un 10% el agua demandada para la producción de cultivos, y les instó a ser responsables con su uso.

Estos prorrateos se irán ampliando semana a semana hasta llegar a un 60% si continúa la situación de sequía, apuntó la comunidad en un comunicado en el que pidieron que "en un ejercicio de responsabilidad" todos los usuarios del agua deben ser conscientes de la actual situación de sequía y permitir que la Confederación Hidrográfica Ebro "gestione el recurso para minimizar la posible incidencia que pudiera tener en los distintos usos".

Con respecto al recorte de caudales efectuados y la crítica sobre el almacenamiento del agua en los pantanos de cola (Sotonera) y no en los de cabecera (Búbal y Lanuza), Riegos del Alto Aragón aseguraó que "no ha habido ningún cambio este año" con respecto al sistema de gestión llevado a cabo con el agua. A este respecto, añadió que el agua contenida en los citados embalses de cabecera a partir del mes de julio se utiliza "prioritariamente" para atender los caudales demandados por el Bajo Gállego y que, por tanto, su almacenamiento en la Sotonera "no ha lugar". Además, apuntaron que, en previsión de que pudieran producirse tormentas, es necesario que los embalses de cabecera tengan "capacidad suficiente".

Riegos del Alto Aragón lamentó la "contradicción implícita" en la demanda de los empresarios de ráfting por su negativa expresa a todo tipo de embalse, "mientras que en la actualidad reclaman no solamente un régimen artificial de caudales que beneficie sus negocios, sino participar activamente en la gestión de los mismos".

"No resulta comprensible que tras una campaña de demonización de los embalses denuncien que estos no tienen caudal para sus necesidades", apuntó.