El Plan de Ordenación de los Recursos Humanos del Salud, por el que la Administración sanitaria pretende forzar a la jubilación forzosa por edad a 2.368 personas hasta el 2017, cuenta con el visto bueno de la gran mayoría de los sindicatos, aunque con matices. La medida se considera positiva siempre que sirva para crear empleo y se recurra a la reposición de plazas y no a su amortización.

Así, desde el sindicato de médicos de atención primaria se aboga por que la medida se aplique "de forma transitoria y progresiva", según su presidente, Leandro Catalán, que criticó que el plan "no garantice la reposición de recursos". En este sentido, Catalán advirtió de que "si hay jubilaciones, los servicios tienen que seguir funcionando igual porque, entre otras cosas, hay una enorme lista de espera".

Por eso, la declaración de intenciones del plan, que expone que las necesidades que pudieran surgir a raíz de las jubilaciones podrían cubrirse con los médicos en formación, son calificadas de "tontería" por el propio Catalán, que mostró su temor a que "si hay una pretensión presupuestaria, se dejarían de cubrir estos puestos" y advirtió de que "nos negaremos a eso porque exigimos una tasa de reposición".

MISMA OPINIÓN En esta línea se pronunciaron el resto de organizaciones sindicales, que apaludieron el plan, aunque con la exigencia de que esas plazas que vayan quedando vacantes cada año se cubran con otras personas "y no sea una excusa para recortar y amortizar plazas", indicó José Miguel Salas, secretario general de Sanidad de UGT, que consideró "adeucado" empujar a la jubilación a los 65 años "porque hay que dar paso a los nuevos médicos que acaban de terminar su carrera y renovar plantillas porque hay que recordar que hay profesionales en el paro".

A CCOO también le parece "bien" la iniciativa del Salud, "siempre que se garantice la reposición de efectivos" y se recurra a la "bolsa de trabajo". En este sentido, su secretario general, Juan Urdániz, apuntó que "nadie sabe cuántos médicos hay ahora en el paro y toca priorizar y jubilar para incorporar más personas al mercado de trabajo".

Desde CSIF, la medida se calificó de "oportuna y necesaria" por parte de su secretario general de Sanidad, Evangelino Navarro, que mostró el "apoyo" de su sindicato a un plan "encaminado a la creación de empleo porque genera la posibilidad de que el personal que acabe sus estudios de especialidad médica pueda empezar a trabajar porque, si no, la perspectiva es nula".

Eso sí, Navarro también indicó que el plan "no puede suponer pérdida de puestos de trabajo y la reposición ha de ser al 100%".

El borrador del proyecto pretende que este año ya se puedan realizar 322 jubilaciones de este tipo. Actualmente,229 personas que trabajan en el Salud tienen edades comprendidas entre los 65 y los 70 años.