No sabemos ni cómo, ni dónde ni cuándo se llevará a cabo nuestra recolocación". A apenas diez días de que se haga efectivo el cierre definitivo del centro terapéutico El Frago --destinado a la rehabilitación de personas con adicciones-- el personal todavía no conoce cuál será su futuro laboral y los trabajadores admiten su "inquietud", que se une a la acumulada desde hace tiempo como consecuencia de la clausura. "Llevamos mucho tiempo así y la situación es muy difícil para nosotros no solo porque está en juego nuestro futuro inmediato sino porque sufrimos por los residentes", apuntan.

Fuentes de la DGA se limitan a apuntar que el Departamento de Sanidad "tiene prevista la reubicación del personal laboral fijo --el centro cuenta con seis educadores además del director y el encargado de mantenimiento-- mediante un plan de empleo acorde a sus características laborales" y advirtieron de que "el personal no es que sea escaso, es que su cualificación ya no está adaptada a los programas que requieren las adicciones actuales".

En peor situación se quedarán, previsiblemente, los dos interinos que actualmente trabajan en el centro. Uno de ellos, Luis Herrera, formó parte de la representación de trabajadores que acudió el pasado miércoles al edificio Pignatelli para registrar la entrega de miles de firmas contrarias al cierre. "Asumimos que nos vamos a ir a la calle", apuntó.

TRASLADO

En los próximos días se completará la derivación de pacientes desde El Frago a Proyecto Hombre. Fuentes de esta institución apuntaron que el día 15 de noviembre ya no habrá residentes en El Frago. Aunque, de hecho, en los primeros días de noviembre se completará el traslado y solo permanecerán en el antiguo centro terapéutico aquellos pacientes que se encuentran en plena terapia y que serán dados de alta terapéutica al final de su proceso y antes del cierre. "La derivación ha estado funcionando perfectamente y ha sido llevada a cabo por la comisión de seguimiento que se organizó desde el Salud. De hecho, todos los pacientes que tenían que ser derivados lo han sido ya salvo uno, que lo hará en los próximos días", apuntaron desde Proyecto Hombre.

Por su parte, el Gobierno de Aragón incidió en la forma "paulatina" del cierre y apeló a la búsqueda de "los mejores criterios de asistencia a sus internos y con el compromiso de la total cobertura de sus necesidades en dispositivos existentes en nuestra comunidad". En este sentido, fuentes del Departamento de Sanidad aseveraron que "Aragón debe tener una comunidad terapéutica para personas con trastornos adictivos y esa hoy por hoy está implementada por Proyecto Hombre y el centro de El Frago no está adaptado para la problemática de hoy en día, ni para sus soluciones".

Una vez más, la Administración recurrió a la necesidad de "un cambio de modelo" para la atención de estos pacientes, ya que "las cosas han cambiado desde que se creó El Frago allá por la década de los 80, tanto por lo que se refiere a las drogas que se consumen, como a muchos de los programas de atención a este tipo de problemas".