En el valle de Sollavientos, en el término municipal de Allepuz, cualquier amanecer es digno de contemplar. Pero el despertar de hoy es diferente. Tiene más luz. Y es que por primera vez la energía eléctrica va a llegar hasta las cinco masadas de la zona, habitadas por masoveros del pueblo y que, en pleno siglo XXI, desconocían lo que era vivir bajo la intensidad de una bombilla o hacer uso de una nevera, una televisión o, simplemente, tener un enchufe al que poder conectar un aparato eléctrico.

Solo el fuego en las chimeneas de piedra ha iluminado estas viviendas durante décadas. "Cuando me acerqué para decirles que iban a tener luz, se les iluminó la cara de una forma increíble", explicaba ayer a este diario Ignacio Martínez, alcalde de Allepuz. Esta actuación responde al plan de electrificación de las masadas del Maestrazgo, en marcha desde el 2004, y que en los últimos años ya ha actuado en localidades como Villarluengo, Hinojosa, Cantavieja o el propio Allepuz.

Ya en marzo, estaba previsto que el suministro eléctrico llegara a Sollavientos, pero la dureza del invierno en esta comarca turolense lo impidió. "Esto hace realidad una reivindicación de los masoveros, quienes han vivido como si estuvieran en la Edad Media hasta el 2015 y en unas condiciones muy extremas", apunta Martínez.

Distribución del coste

En total, se van a establecer 11 tomas de luz y todavía restará una pequeña fase, que se acometerá en los próximos años. El 20% de las obras realizadas en este paraje turolense las paga Endesa, el 70% lo costea el Instituto Aragonés de Fomento y, el 10% restante, corre a cuenta de los propietarios, que se dedican al ganado ovino y bovino.

Algunas de las masadas situadas en el entorno de Sollavientos, a 15 kilómetros de Allepuz, son El Collado, Tore Don Pedro o La Vegatilla. "El principio del valle está a 1.500 metros de altura y las viviendas más altas están a más de 1.700. Eso hace una idea de la extrema dureza invernal", precisa el alcalde.

En la localidad, los vecinos han recibido la noticia con "mucha alegría" porque "da más vida" a un pueblo que resurge en verano, pero en el que durante el año apenas viven 70 personas. "Somos 50 censados y ahora estamos unos 500 habitantes", dice el edil. Martínez accedió al cargo tras las elecciones del 24 de mayo como cabeza de lista del partido Unidos por Allepuz (UxA) y, entre otras cosas, ya ha solicitado una reunión con José Luis Soro para arreglar el tramo de la A-228, que une Gúdar y Camarillas.