El Ayuntamiento de Zaragoza elaborará un estudio técnico para evitar el impacto del catastrazo el próximo año y que encarecería los recibos de los propietarios zaragozanos una media del 27%. La moción, presentada por Chunta ayer en el pleno municipal y aprobada por unanimidad, servirá para que los grupos municipales tengan encima de la mesa las diferentes opciones para evitar el impacto del recibo, que se girará el próximo año, ya sin bonificaciones. Aunque será ya el próximo equipo de Gobierno el que tendrá que tomar la decisión, el vicealcalde Fernando Gimeno se mostró incluso dispuesto a alcanzar ya un acuerdo, cuando el documento esté confeccionado, para "evitar que se produzca una repercusión de las rentas más bajas".

En realidad, este acuerdo sería un brindis al sol, ya que se desconoce el reparto de fuerzas en el consistorio tras los comicios de mayo, pero supondría un compromiso político. Un asunto complejo desde el punto de vista técnico, dado que si se modifica el tipo general --el consistorio tiene capacidad legal para ello-- no solo se bonificaría a las viviendas más baratas, sino a todas. Y,como recordó Gimeno, el consistorio no puede disminuir los ingresos que recauda.

"Nuestra opción sería tener tipos diferenciados para viviendas con distintos valores catastrales. Eso seria lo lógico", indicó el concejal de CHA Carmelo Asensio. Para el conservador Jorge Azcón, la única posiblidad que establecerá el estudio será la bajada del tipo. "Esa es la bomba de relojería que nos van a dejar", aseguró. José Manuel Alonso, de IU, reclamó instar al Gobierno central a la modificacion de la ley de Haciendas Locales.

Por otra parte, también referido a los impuestos, se aprobó por unanimidad el plan contra el fraude fiscal que pedía el PP. Aunque CHA, a través de su portavoz, Juan Martín, desgranó las deudas tributarias de la DGA, de más de 40 millones, "el principal defraudador" con la ciudad.