A dos días de las elecciones municipales y aun sabiendo que no se puede llevar a cabo, el Gobierno municipal aprobó ayer la primera fase del proyecto de pavimentación y renovación de servicios de la avenida Cataluña de Zaragoza, que centrará sus actividades entre la Z-30 y el ferrocarril a Huesca.

No es la primera vez que se dan pasos en falso. Y es que hasta que el Ministerio de Fomento no mueva ficha, es decir, ceda el vial al Ayuntamiento de Zaragoza no se podrán comenzar los trabajos. Desde el consistorio afirman que con el trámite se ha realizado "todo el trabajo previo para poder licitar la obra" en el momento en el que Fomento ceda la titularidad del vial, que tendría que venir acompañada de 1,4 millones de euros, cantidad baremada y fijada por Orden Ministerial en 2005 para contribuir a la transformación urbana de las carreteras nacionales.

Esta primera fase del proyecto tiene una anchura media de 51 metros y una superficie de actuación de 28.219 m2, que se reparte prácticamente al 50% entre zonas de calzada y aceras y zonas ajardinadas.