Si hace tres semanas Sánchez Pérez-Castejón, Pedro, se situaba al frente del Gobierno de España, ayer la prolongación de este en Aragón fue asumida por Pérez Sánchez, Carmen. Más allá de la coincidencia onomástica, la nueva delegada del Gobierno en Aragón comparte también como gran objetivo de su mandato la consecución de la igualdad entre mujeres y hombres, y en particular la lucha contra la violencia de género, para la cual instó a formar un «frente común» no solo con las Fuerzas de Seguridad, sino de la ciudadanía.

El protagonismo de su discurso, tras prometer el cargo, lo compartió el ámbito rural, en el que lleva «15 años trabajando», los mismos que hace que llegó a Used, «por amor», recordó emocionada, donde ha ejercido como alcaldesa y, más tarde, como presidenta de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP). Un nutrido grupo de integrantes del ayuntamiento de Used la acompañaron en la ceremonia de asunción del cargo, junto a las más altas autoridades de Aragón: el presidente del Gobierno autonómico, Javier Lambán; la de las Cortes, Violeta Barba; el Justicia, Ángel Dolado; el presidente del TSJA, Manuel Bellido y el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve.

Carmen Sánchez hizo hincapié en la lucha «contra la despoblación», que amenaza no solo al «rico patrimonio» material de los pueblos vacíos sino al «cultural», en cuanto a su transmisión.

La delegada tuvo emocionados recuerdos a su familia, en especial a sus «mujeres» (abuelas, madre y suegra) que le han marcado «el camino», y confió en contar con la «lealtad» no solo de Lambán, sino de las fuerzas de seguridad, armadas, y miembros de la Administración, para continuar en la senda de poner «a las personas primero», lema del actual Ejecutivo.