Durante estos últimos días, a raíz de las impresionantes manifestaciones del 8--M, se ha hablado mucho del machismo como causa de la desigualdad, la marginación y el maltrato a la mujer.

Sobre la gravedad y universalidad de esta pésima práctica que afecta a ricos y pobres, blancos y negros, jóvenes y mayores parece darse un amplio consenso.

El dedo acusatorio de la opinión pública y los cargos de los fiscales señalan cada vez con mayor frecuencia a este español (o hispano, norteamericano, europeo, árabe, africano...) cobarde, intransigente, medieval, histriónico, dictatorial, cruel, injusto y frustrado como causante, en su parasitario, ridículo pertinaz y conspicuo machismo, de numerosas situaciones (incluidas las de riesgo mortal, sin descartar en ningún caso la vecindad del delito, del crimen) que derivan en la marginación, crisis o destrucción de un sistema familiar o social tan largamente tejido como súbitamente incendiado, acuchillado, aniquilado por su irracional odio, el de alguien muy inferior a sus víctimas.

Siendo estos machistas, maltradores y asesinos, diferentes entre sí, presentan algunos rasgos comunes que nos permiten analizar globalmente el trastorno, síndrome o enfermedad que padecen.

Su problema comienza a manifestarse en el seno del hogar familiar o de la pareja. Malos modos, malos humos, peores humores, algún insulto, una bofetada que se escapa por allí, otra por acá, otra por nada, otra porque sí y ya tenemos al enfermo desarrollando una fiebre de intolerancia y violencia, sometiendo a quienes alrededor tenga, pegando habitualmente a su mujer o a su novia, a sus hijos, bebiendo o drogándose para olvidar, para encontrar alguna justificación, para seguir haciendo daño... y así hasta las lesiones, las heridas o la muerte de alguna nueva mujer, de otro niño...

¿Son enfermos, es el machismo una enfermedad? Desde mi punto de vista, claramente. ¿Puede ser diagnosticado, tratado, con las armas de la psiquiatría, la medicina, la ciencia? Evidentemente. ¿Se ha planteado, siquiera? No. ¿Por qué? Porque muchos hombres en España (en Iberoamérica, USA, Europa, África...) piensan que son las mujeres las que tienen la culpa, las que provocan esas situaciones, y que los hombres, incluidos esos sucios machistas, son justos, buenos, inocentes...

¿O, insisto, enfermos?