Las madres son la figura familiar que con mayor frecuencia se responsabiliza del reciclaje en los hogares aragoneses, ya que en el 31,8 % por ciento de las ocasiones son las que deciden instalar espacios destinados a la separación de los residuos frente al 19 % de los padres, según un estudio de Ecoembes.

No obstante, habitualmente, en 31,7 por ciento de los casos, se trata de una decisión conjunta que muestra la responsabilidad de toda la familia.

Estas son algunas de la conclusiones del "Estudio de Hábitos de Reciclaje", elaborado por el Instituto Apolda para Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la economía circular a través del reciclaje de los envases.

En lo que respecta a la edad, el informe refleja que la separación de residuos es un hábito muy extendido en todas las franjas, aunque son los adultos de entre 35 y 54 años los que más comprometidos se muestran.

El 93 % de este colectivo afirma que dispone de más de un espacio destinado al reciclaje, uno de ellos para los envases que se depositan en el contenedor amarillo.

Los datos muestran que la sociedad aragonesa está concienciada con la separación de residuos, tal y como se refleja en el número de cubos presentes en los hogares de la región, cuya media se sitúa en tres, añade la organización medioambiental.

No obstante, en el informe se detectan diferencias en función del área de residencia y el número de integrantes.

De este modo, la media de espacios para el reciclaje tiende a incrementarse en los municipios de mayor tamaño (más de 100.000 habitantes), cuyos encuestados aseguran contar con 3,4 cubos.

En cuanto al número de integrantes, los hogares con cuatro residentes son los que mayor número de cubos destinan a la separación de residuos (3,2).

El informe también evalúa los factores que motivan a los aragoneses a la hora de disponer de varios espacios en sus hogares para separar correctamente los residuos.

El civismo (93,2 %), la mayor concienciación general de la sociedad (65,2 %) y el sentimiento de orgullo por reciclar bien (63,3 %) constituyen las principales razones, mientras que el principal freno de los ciudadanos que declaran que no reciclan es la falta de espacio en el hogar (27,4 %).

Los resultados del estudio también concluyen que los ciudadanos de Aragón identifican cada vez mejor a qué contenedor va cada tipo de residuo.

De esta manera, el 81,7 % afirma asociar y tirar siempre en el contenedor amarillo las botellas, botes o garrafas de plástico, y el 73,2 % en el caso de los briks. Las latas de bebidas (59,8 %) y de conservas (50,8 %) son otros de los envases que más se relacionan y depositan en este contenedor.

Por su parte, las tapas metálicas de los frascos (45,6 %) y los aerosoles (42,3 %) son los que menos se asocian con el contenedor amarillo y, por tanto, los que menos se reciclan.

Aunque todavía queda camino por recorrer, el estudio concluye que el reciclaje es un hábito extendido en los hogares aragoneses.

En 2016, cada aragonés depositó 13,6 kilogramos en el contenedor amarillo (envases de plástico, latas y briks) y 17,7 kg en el azul (envases de papel y cartón).

En total se reciclaron 38.796 toneladas, un 1 % más que el año anterior.

En este sentido, Nieves Rey, directora de Comunicación Corporativa y Marketing de Ecoembes, ha señalado que "las cifras de este estudio reflejan el buen nivel de concienciación que tienen los ciudadanos de Aragón con el cuidado del medio ambiente a través del reciclaje".

"Aún así, debemos continuar trabajando para mejorar estos datos y por ello, desde Ecoembes, vamos a seguir aportando soluciones basadas en la innovación y en la colaboración en aras de alcanzar una verdadera sociedad implicada y responsable", ha indicado.