Cientos de personas asistieron ayer a la tradicional Tamborrada de Resurrección en la plaza Mayor, que este año corrió a cargo Cofradía del Descendimiento de la Cruz y Lágrimas de Nuestra Señora de Zaragoza, como clausura de la Semana Santa en la capital. Junto a ella participó la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y Desamparo.

Madrid cuenta cada año, desde hace más de diez, con una cofradía zaragozana invitada para romper la hora, como conmemoración de la resurrección de Cristo. Los cofrades del Descendimiento participaron previamente en una misa en el monasterio del Corpus Christi.