La reciente decisión del Gobierno de Aragón de recortar el horario de los centros de salud los sábados y de dejar tan solo cuatro puntos de atención continuada (PAC) en la ciudad de Zaragoza, ha causado un profundo malestar entre los profesionales que trabajan en estos últimos. Es decir, en los únicos centros que el Servicio Aragonés de Salud (SAS) mantiene como operativos desde las 15 a las 20 horas, tras decretar que el resto --en Zaragoza existen 26 centros de salud-- había de reducir su horario, desde las 9 a las 15 horas, cuando hasta entonces abrían todos hasta las 20 horas.

La medida, que entró en vigor repentinamente el 29 de diciembre tras su publicación en el Boletín Oficial de Aragón el día anterior, ha soliviantado al personal sanitario que atiende estos centros. Especialmente, a aquellos a los que les ha tocado trabajar en los PAC, que han visto cómo durante los dos últimos sábados --y el 31 de diciembre, cuando se ha funcionado como si fuese festivo--, el servicio se ha visto "desbordado" en ocasiones, por la mayor afluencia de pacientes que, lógicamente, se ha registrado en los cuatros centros zaragozanos seleccionados por el Salud.

Se trata, en concreto, del Amparo Poch --Actur--, Bombarda, Fuentes Norte y Sagasta, que, además, amplía su horario los sábados desde las 15 horas hasta las 9 del domingo siguiente. En su día, los sindicatos médicos acogieron con "estupor" el adelanto de la entrada en vigor del decreto del Ejecutivo autonómico --se había hablado de principios de año--, que calificaron de "barbaridad" por comenzar a aplicarse en pleno periodo vacacional y con plantillas que, según estos sindicatos, "no superan el 70%". Algunos médicos apuntaban ayer, además, la paradoja de que la reducción se llevara a efecto, por ejemplo, en medio de la campaña contra la gripe, que suele requerir de más atenciones en los centros.

Pero después de tres días con el nuevo horario, las plantillas han puesto el grito en el cielo. Critican, en primer lugar, la "desorganización" con la que, a su juicio, Sanidad ha acometido los cambios. "Primero, nos avisaron de un día para otro y hubo que hacerlo todo deprisa y corriendo", explicaban este pasado sábado algunos profesionales del Centro de Salud Fuentes Norte. "Nos desplazan de unos sitios a otros y algunos llevamos 15 días trabajando en turnos de 12 horas", añadieron. Denuncian, además, que "muchos pacientes no se han enterado y llegan aquí después de haber acudido a su centro de salud".

AVISOS A DOMICILIO A su malestar contribuye también el hecho de que, "los cuatro puntos de atención continuada tenemos que atender igualmente los avisos a domicilio y el 061 --cuyas unidades prestan servicio para este tipo de situaciones-- solo dispone de cuatro médicos", contaban el sábado sanitarios de uno de los cuatro PAC. Cuando los avisos los atiende directamente el personal del centro de salud y no el del 061, lo hace dejando temporalmente su puesto en el propio centro.

Con todo, para prestar el servicio los sábados por la tarde, el SAS ha reforzado las plantillas en los PAC. En concreto, con dos médicos, dos enfermeros y un administrativo más. Una suma que no enjuaga la disminución de efectivos que en total ha sufrido la atención sanitaria que se presta entonces en la capital aragonesa. Según información proporcionada por las propias plantillas, hasta el pasado 29 de diciembre, prestaban servicio 78 médicos y 52 enfermeros, en los 26 centros de salud. Pese a los refuerzos, la dotación para los sábados por la tarde pasa a 20 médicos y 12 enfermeros.

Se ha vuelto así a la situación de hace años, ya que fue la administración del PSOE-PAR la que extendió los horarios a los sábados por la tarde. "Esto funciona ahora por los profesionales", decían el sábado en el Centro de Salud Fuentes Norte. "Y el pagano es el paciente", señalaron.