Un malestar generalizado se ha instalado entre los docentes que se presentaron, el pasado 23 de junio, a las oposiciones de Secundaria y Formación Profesional en Aragón debido al alto número de suspensos que se están registrando. Según fuentes sindicales, el porcentaje de aprobados general en la primera fase está en torno al 25%. Las calificaciones, que se han ido conociendo en las últimas 24 horas, han derivado en críticas por parte de opositores y sindicatos, que cargan duramente contra la fase eliminatoria de la oposición y contra la dificultad de los exámenes.

La situación es tal que, según datos recopilados por el sindicato CSIF en Aragón, hasta cinco especialidades ya presentan plazas desiertas cuando todavía no se ha celebrado la segunda fase, correspondiente a la prueba sobre aptitudes pedagógicas.

En Secundaria, la titulación de Informática ha registrado 14 aprobados para 17 plazas disponibles, por lo tanto, tiene ya 3 desiertas. En Matemáticas hay hasta 14, ya que se contabilizan 94 aprobados para las 108 disponibles.

La misma situación de vacantes se da en Formación Profesional con la especialidad de Administración de Empresas (3); Mecanizado y Mantenimiento de Máquinas (4); y Sistemas y Aplicaciones Informáticas (3). «Estamos hablando de que hay menos aprobados que plazas disponibles y todavía no han pasado a la segunda fase. Esto no se puede tolerar», señaló Alfonso Zafra, representante de CSIF Aragón.

«Mucha gente ha aprobado el examen con buena nota, pero en la práctica han tenido mala calificación porque son exigentes. Eso no quiere decir que sea un mal docente, porque ya dispone de un título y una formación que lo acredita, pero queda eliminado por este tipo de oposiciones», apuntó Zafra. «Lo que nosotros proponemos es que el examen sea tipo test, para mayor objetividad, y que no sea eliminatorio. Si debe haber criba, que sea mediante un test. Lo que pasa ahora deja a muy buenos profesores fuera de la prueba de aptitud pedagógica y no es justo», añadió.

Las quejas también se centran en la «subjetividad» de los tribunales a la hora de corregir. «Los criterios de evaluación no se saben con antelación y eso es un problema a la hora de preparar la oposición».