Muchas son las circunstancias que han llevado a los actuales dueños de Averly a vender sus suelos junto a la vieja estación del Portillo. Por un lado la crisis, que le llevó a verse acuciada por los bancos, y cuando estaban a punto de sacarlos a subasta decidieron vendérselos a la constructora Brial a un precio mucho menor al que tenían hace menos de una década. Y, por otro lado, la administración tampoco ha ayudado, ya que "aún se le debe el dinero por el que se le expropió terreno para hacer el vial de salida hacia la A-68", ahora avenida Escrivá de Balaguer, cuando fue necesario retranquear la acera.