Alcaldes de 25 localidades aragonesas y francesas suscribieron ayer la Declaración de Zaragoza , un manifiesto que reclama la reapertura de la línea ferroviaria Zaragoza-Canfranc-Pau, cuyo túnel internacional lleva casi tres décadas cerrado al tráfico. El documento considera necesario articular un eje que impulse la actividad económica y cultural entre Valencia y el sur de Francia a través de Aragón. Los ediles destacaron que este proyecto debería ser objeto de nuevos compromisos en la cumbre hispano-francesa del mes próximo.

El consistorio zaragozano fue el escensario de la reunión mantenida por los primeros ediles y tenientes de alcalde, que estuvo presidida por el alcalde de la capital aragonesa, el socialista Juan Alberto Belloch. En el encuentro, a los 25 representantes municipales --18 de localidades de Aragón y 7 de pueblos del sur de Francia-- se unieron miembros de la Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (Crefco).

EL TEXTO En la declaración , los ediles reclaman a los Gobiernos de España y Francia que en su encuentro de máximo nivel que celebrarán en Zaragoza el 7 de diciembre recuperen los acuerdos alcanzados en el 2002 en las cumbres de Santander y Perpignan. En aquellas citas, ambos Ejecutivos formalizaron su intención de reabrir el túnel internacional del Canfranc y modernizar la línea entre dicho municipio y Pau. Incluso garantizaron que su ejecución sería rápida, pero hasta la fecha se han producido escasos avances.

De hecho, mientras el interés de Francia por la construcción de un túnel de baja cota en el Pirineo central (conocido como proyecto del Vignemale) se ha mantenido, su deseo de reabrir el Canfranc se ha enfriado. Con el acto de ayer, los alcaldes pretenden renovar las promesas de actuación en el viejo paso.

Belloch anunció que pedirá a los dirigentes españoles y franceses que recuperen el consenso alrededor del Canfranc en la cumbre de diciembre, informó Efe . El alcalde añadió que la repaertura de la línea debería ser "una realidad inmediata".

Jacques Couratte, El primer edil de Bedous, al otro lado del Pirineo, destacó las graves afecciones que ha supuesto el cierre de la línea para el valle del Aspe, entre otras, el elevado tráfico de camiones.

Jeanine Alliez, teniente de alcalde de Pau, opinó que es una "obligación" constatar que este paso es una alternativa a la carretera que mejoraría la conservación del medio. Y Fernando Sánchez, alcalde de Canfranc, dijo que no es "una utopía".

La Declaración de Zaragoza sostiene que la reapertura de la línea "sería un ejemplo de desarrollo sostenible"; serviría para "descongestionar los actuales pasos fronterizos" y "evitaría el tránsito de millares de camiones por el Pirineo", además de "recuperar el patrimonio ferroviario" e impulsar la actividad económica y cultural en el eje norte-sur de Valencia a Pau por Aragón.

Crefco prepara diferentes movilizaciones para reivindicar esta actuación de cara a la cumbre de Gobiernos.