Las Marchas por la Dignidad proponen que Aragón sea "tierra de asilo para refugiados" ya que, según afirman en un comunicado, la sociedad aragonesa "no puede consentir" que las personas refugiadas que acuden a Europa desde el Próximo Oriente o África "sean recibidas con violencia, golpes, alambradas, xenofobia y la falta del más elemental respeto a los derechos de las personas y a los acuerdos internacionales de protección a los refugiados". Además de su llamamiento a la "solidaridad", se ponen a disposición de las autoridades de la comunidad para contribuir con su esfuerzo a organizar esta propuesta, porque "la responsabilidad es de todos", indicaron.