Fue uno de los iconos televisivos de los años 80, pero hace 35 años decidió abandonar los platós y, tras una breve etapa por la Cadena Cope se hizo empresaria. El sábado, Maricruz Soriano reapareció en el programa La Noria, de Tele 5. Y se sinceró. Habló de su profesión, de política, de la economía, de su vida con el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch y, los últimos minutos de la entrevista, los dedicó a vender la capital aragonesa.

La periodista, que entró un poco tensa y nerviosa, fue ganando confianza a medida que avanzaba la entrevista hasta el punto de que dijo habérsele hecho "corta". Repasó sus inicios en TVE, el porqué de su marcha, sus giras como pianista, su fichaje en la Cope, donde sustituyó a Encarna Sánchez tras su muerte, su marcha de la radio y lo difícil que le resultó "digerir" la entrevista que le hizo al duque de Feria poco antes de suicidarse.

Soriano también habló de Belloch, su marido, con el que dijo lleva casi diez años de matrimonio, más dos de convivencia y otros dos de tonteo. Se conocieron en la Cope, donde el que había sido biministro de Felipe González acudía de tertuliano. "Me di cuenta de que algo había entre nosotros cuando, inusualmente, no podía venir a la radio y yo me enfadaba", aseguró. "Dicen que está loco por tí", le espetó el presentador Jordi González. "Si es así solo hace lo que debe", contestó ella .

La esposa del alcalde explicó que son "terriblemente caseros", que les encanta "ver películas en blanco y negro" y "subir montañas con el perro". Y definió a su marido como un hombre "bravo y peleón, como buen aragonés" y con "madera de jefe". Destacó que discuten mucho de política, pero definió su relación como "muy viva" porque "el 80% de las cosas que hacemos nos divierte".

Soriano también habló de la crisis, de lo difícil que a su juicio será reclutar a buenos políticos en el futuro y de la "manía" que le tiene a Angela Merkel". Se confesó "hiperactiva" y aunque no se considera maniática, dijo que bajo sus ventanas cultiva ruda (una hierba que dicen a la que atribuyen propiedades atenuantes de la negatividad). Pues será.