Después de tres sesiones, ayer quedó visto para sentencia el juicio contra la exalcaldesa de La Muela Marisol Aured (PP), acusada de prevaricación y fraude por modificar, presuntamente, el contrato de basuras sin el acuerdo del Pleno y aceptar una deuda de unos 735.000 euros que exigía el contratista. En su alegato final, Aured señaló que no sabe si fue «el procedimiento más ortodoxo en una situación tan caótica como la que vivía el municipio», pero recordó que gobernó «rodeada de imputados».

Ante los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza, señaló que su labor como alcaldesa fue «siempre transparente y defendiendo el interés general». «Es lo que me ha marcado en mi vida y más en mi actuación en el ayuntamiento, tanto en la oposición como en la Alcaldía», recalcó Aured, quien pidió su absolución.

También destacó que se siente «bastante cansada porque desde que dejó de ser testigo protegido como denunciante por la operación Molinos, ha sufrido ocho querellas, con el sufrimiento que conlleva pasar por el juzgado». «En las siete anteriores la Justicia me ha dado la razón, y esta es la octava», apuntó.

Junto a ella, en el banquillo de los acusados se sentó Luis Miguel Bolea, el gerente de Seula, la concesionaria del servicio de recogida de basuras. Aured se enfrenta a penas de entre 4 y 6 años de cárcel, de entre dos y tres el empresario.