La preocupación por la salud de los más de 5.000 menores de 14 años que hay en la Ribera Alta del Ebro llevó a César Grañena, padre de dos niños, a lanzar una petición para que se disponga de un pediatra de urgencias en Alagón, cabecera de la comarca. La solicitud se encuentra en el portal change.org y en unas semanas ha conseguido el apoyo de más de 1.700 personas.

La demanda está fundamentada en que si se produce alguna urgencia a partir de las 15 horas o durante los fines de semana, no hay disponible ningún facultativo de niños de urgencias y las familias se tienen que trasladar hasta Zaragoza para que los menores sean atendidos. Además, el centro de salud de Alagón atiende a ocho municipios, por lo que los dos pediatras que están destinados allí viajan a los pueblos en su horario de consultas para atender a otros pequeños.

Desde Sanidad del Gobierno autonómico explican que esta situación sucede en todo Aragón y que no hay pediatras de urgencias como tal salvo en las urgencias hospitalarias y en el Royo Villanova. Lo que sí ocurre es que en la capital hay pediatras que trabajan en horario vespertino, pero son sus consultas habituales, no de urgencias, y abarcan a alrededor de 1.500 niños por facultativo. Por tanto consideran que como la mayoría de afecciones de los pequeños suelen ser catarros o fiebre, los médicos de familia que están de urgencias en los centros de salud se encuentran capacitados para atender estas afecciones.

Sin embargo, la opinión de los padres es bien distinta. «A veces no saben la dosis de Apiretal o de Dalsy que hay que hay que darles a los niños. Hace poco le iban a coser a mi hijo en la frente y no les dejé. Fuimos a Zaragoza y allí le dieron otro tratamiento más adecuado a su edad. Y también se han dado casos de niños que tuvieron que ingresar con bronquitis porque en un primer momento les diagnosticaron un catarro», lamentó Grañena.