La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Álvaro Almicar Martínez Rivera a 16 años y tres meses de prisión por atracar a un quinceañero y luego violarle en la plaza Mariano Arregui de la capital aragonesa. Para conseguirlo, según los magistrados, utilizó un cuchillo de unos diez centímetros de hoja con el que le intimidó.

La agresión sexual que negó el encausado el día del juicio, aunque no el robo, tuvieron lugar el 14 de febrero del año pasado. Iba en compañía de un menor, se acercaron a otros dos menores que estaban descansando en un banco de dicha plaza en la que se sitúa la Biblioteca de Aragón. Allí, según señalan los magistrados de la Sección Tercera del tribunal provincial en su sentencia, el encausado exigió a un joven de 15 años que le entregara el teléfono móvil y la cartera, a lo que el adolescente accedió «fruto del miedo que sentía por la inesperada agresión».

DETRÁS DE UNA VALLA / Acto seguido, y portando el cuchillo, Álvaro Amilcar Martínez Rivera le obligó al joven a que le acompañara a un lugar cercano donde, tras saltar una valla, le obligó a bajarse el pantalón y el calzoncillo y lo penetró analmente, repitiendo poco después esta misma acción.

Los magistrados justifican la elevada pena por el uso de un cuchillo de dichas características y porque la víctima es menor de 16 años. Aunque durante la vista oral, Álvaro Almicar Martínez Rivera afirmó que no sabía que era tan joven y que no se lo preguntó, el tribunal provincial señala que «visualmente es clara» la edad que la víctima tenía en el momento de los hechos. También señalan que la declaración del menor, tanto durante la instrucción como en el juicio, fue «sincera, lógica y totalmente verosímil».

Destacan, además, que la joven con la que estaba la víctima de esta agresión afirmó que Álvaro Amilcar Martínez Rivera se llevó a su amigo, volviendo a los veinte minutos llorando y diciendo que le había violado dos veces, llamando acto seguido a la Policía para denunciar dichos hechos.

Reconocen el hecho de que no existieran lesiones destacables en el ano de la víctima que, tal y como defendió la abogada María Alonso de la Torre, pondría en cuestión la violación. A pesar de ello, la Audiencia se apoya en los forenses, quienes dijeron que es imposible que haya semen en el interior si no hubo penetración. El acusado mantenía que solo hubo masturbación. La abogada anunció que recurrirá.