Una parcela de Valdespartera, destinada en un principio para la construcción de un nuevo centro educativo, congregó ayer a más de 200 vecinos que se movilizaron para protestar por la falta de plazas escolares en el distrito y exigir la construcción de un tercer colegio.

"Esto tiene que ser el punto de partida, porque el problema es más grande de lo que parece, pero la consejera Dolores Serrat lo obvia. En el 2012, había 517 niños censadas, pero solo había 275 plazas escolares. Este año se han quedado 68 alumnos fuera, pero podrían haber sido más de 200, ya que muchos padres, ante lo que iba a ocurrir, han matriculado a sus hijos en la zona de Romareda", aseguró Ricardo Sáez, portavoz de la plataforma Valdespartera Más Coles.

Las familias y los vecinos del barrio recrearon ayer, como forma de protesta, una clase de Infantil en el interior de la parcela, donde varios niños realizaron actividades en sus pupitres. "Estamos aquí para apoyar a los padres y vamos ayudar como colectivo vecinal en lo que haga falta. Nos duele ver que la consejera pida suelo público para hacer un colegio concertado, mientras que demuestra que no tiene interés en hacernos caso. Esto es una guera política", apuntó Lorena Gregorio, representante de la Asociación de Vecinos Los Montes Valdespartera.

SOLUCIONES Mientras la construcción del tercer colegio llega, los afectados reclamaron la apertura de tres aulas puente en los dos centros educativos ya existentes en el barrio que permitan la escolarización de todos los niños de la zona. "Queremos que nuestros hijos crezcan y se sociabilicen en su entorno. Si Educación atienda nuestra propuesta, solucionariamos el problema de plazas actual. Sin embargo, parece que no quieren escucharnos y nos obligan al exilio", apuntó Ricardo Sáez.

"Hace unas semanas, responsables del Servicio Provincial de Educación ya reconocieron que en Valdespartera hacen más colegios, por lo tanto la necesidad no solo la percibimos nosotros, sino también el departamento", añadió el portavoz.

Además, el constante crecimiento del barrio preocupa a la asociación vecinal. "Somos un barrio joven, donde cada vez hay más niños. Tememos el futuro escolar y hay que poner soluciones ya", matizó Lorena Gregorio.

Representantes políticos, sindicales y del colectivo Fapar apoyaron la concentración.