Más de 26.000 hogares sufren "pobreza energética", es decir, no pueden satisfacer las necesidades de energía, y 21.160 no tienen ascensor en Zaragoza, una ciudad en la que casi 500 personas no tienen hogar, según un estudio de exclusión residencial presentado hoy.

El trabajo, elaborado por la Cátedra Zaragoza Vivienda, pone de manifiesto que en la capital aragonesa hay 10.190 edificios, el 4 por ciento, en situación ruinosa, mala o deficiente, y que 33.850 hogares no tienen calefacción, el 12,19%, y en 56.350, 20,3%, existen dificultades para llegar a fin de mes.

Asimismo, en 2013 se han producido en la provincia de Zaragoza 1.258 ejecuciones hipotecarias y se han contabilizado 1.471 desahucios o lanzamientos, de los que 540 debido a la ejecución de la hipoteca y 864 responden al impago del alquiler.

Estos datos forman parte del estudio ""Exclusión residencial en la ciudad de Zaragoza. Hacia un sistema de indicadores", en el que se plantea el concepto de exclusión residencial desde cuatro indicadores: la accesibilidad, la adecuación de la vivienda y el entorno, la habitabilidad y la seguridad y estabilidad, ha explicado uno de sus autores, Jaime Minguijón.

En la capital aragonesa, donde el 79% de las viviendas son en propiedad, casi 219.300, más de 172.000 hogares, el 62%, carece de los ingresos necesarios para hacer frente a una hipoteca, ha agregado Minguijón en rueda de prensa.

Y sólo el 2% de los hogares, 5.617, han tenido acceso a los mismos en programas públicos de vivienda, mientras que el 1,5% fueron perceptores del Ingreso Aragonés de Inserción en 2013 y el 2 por ciento solicitaron ayudas de urgencia relacionadas con la casa.

Entre otros datos, el informe revela que un 11% de los hogares está formado por personas solas mayores de 65 años y en un 2% viven mayores de 85, también solas, mientras que en un 20 por ciento de los hogares zaragozanos existe alguna persona con discapacidad.

Con este trabajo, desarrollado por Jaime Minguijón, Eva María Tomás y David Pac, profesores del departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza, y Saúl Pérez, economista y politólogo, se pretende establecer y aplicar una herramienta de medición de los procesos de exclusión residencial en la capital aragonesa.

Para organizar la información se ha partido de trabajos previos y de multitud de fuentes de información, de entidades públicas y privadas, ha explicado Minguijón, quien ha informado de que en el futuro estos resultados se extrapolarán a otros territorios.

Según este profesor, la exclusión residencial es un proceso dinámico en el que las personas se "van adentrando" en función de situaciones personales, no sólo económicas, o las políticas públicas de vivienda.

El vicepresidente de Zaragoza Vivienda, Jerónimo Blasco, tras señalar que la alimentación y la vivienda son dos prioridades del Gobierno de la ciudad, ha indicado que el problema de la capital aragonesa no es de exclusión residencial absoluta.

Blasco ha dicho que la cifra de 493 personas sin hogar (según datos de Cruz Roja), un 0,07% de la población, es baja y que también el chabolismo ha sido bajo en Zaragoza, al tiempo que ha anunciado que en los próximos días realizarán alguna actuación en este sentido.

Asimismo ha afirmado que el estudio de la Cátedra Vivienda Zaragoza, creada en mayo de 2011, es "clave" y les sirve para "saber realmente" donde están en cuanto a políticas de vivienda, y ha pedido al Gobierno de Aragón que firme el convenio prometido con el Ayuntamiento, porque sino se perderían dos años y sería "dramático y trágico".

Por su parte, Julio Tejedor, director de la cátedra junto a Belinda López, ha subrayado que el informe presentado hoy supone un "hito más" en el trabajo interdisciplinar que desarrollan en torno a la problemática de la vivienda.