Algo más de 300 aragoneses mayores de 70 años sufren síndrome mielodisplásico, un grupo de cánceres de la sangre que tienen como característica común que las células madre de la médula ósea, encargadas de fabricar todas las células de la sangre, tienen un defecto que les hace producir células anómalas, incapaces de realizar sus funciones habituales, y en menor cantidad de lo normal.

La incidencia de estos síndromes, que hoy celebran su día mundial, aumenta con la edad. Solo el 10% de los pacientes tienen menos de 50 años y la edad media ronda los 70. «Los principales síntomas son el cansancio y la anemia y, tras descartar otras causas, el principal estudio que se lleva a cabo es la extracción de una muestra de médula ósea», indicó Araceli Rubio, hematóloga del Miguel Servet.

Uno de los escasos tratamientos existentes es el trasplante de médula pero no es viable para muchos pacientes porque son demasiado mayores. «La mayoría no recibe tratamiento y se llevan a cabo controles periódicos de seguimiento. En otros casos en los que no pueda hacerse trasplante, se hacen transfusiones de sangre o plaquetas», explicó Rubio. H