El incremento del consumo de fármacos es una realidad. En Aragón, más del 50 por ciento de la población tiene al menos prescrito uno y, aunque los que se toman con más frecuencia son los protectores gástricos y los medicamentos para el colesterol a causa del alto envejecimiento, el aumento de la toma de opiáceos para tratar el dolor constituye un "problema de salud pública, preocupante a nivel mundial".

Así lo han advertido hoy la responsable de Estrategias de la Dirección General de Asistencia Sanitaria, María Bestué, y la coordinadora de la estrategia de Uso Racional del Medicamento, Ana Bandrés, durante la presentación de la campaña que ha puesto en marcha el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón para concienciar a la población de que el consumo de fármacos es beneficioso, pero también lleva implícito una serie de riesgos porque sus efectos no son iguales en todas las personas.

La iniciativa, con eslóganes como "Evita medicar tu vida" o "La vida es más que pastillas", pretende sensibilizar a la población de que el uso de la medicación debe ser adecuado tanto por parte de los profesionales como de los consumidores.

Esta balanza entre beneficio y riesgo se tiene todavía más en cuenta en el caso de los 80.522 aragoneses mayores de 75 años que están polimedicados, es decir, que toman más de cinco fármacos al día.

Esta cifra sitúa a Aragón como la tercera Comunidad Autónoma con mayor porcentaje de pacientes mayores de 75 años con un consumo medio de ocho fármacos diarios, según ha indicado Bestué.

Junto a Bandrés, coincide en que muchos de los factores de riesgo pueden prevenirse con hábitos de vida saludables, como el ejercicio físico o una dieta equilibrada. Su incorporación permitiría "evitar la prescripción inadecuada de medicaciones, además de otras enfermedades que son prevenibles". Este es el caso de medicamentos como los opiáceos o los fármacos para el colesterol.

Según Bestué, el consumo de opiáceos ha aumentado un 84 por ciento entre 2008 y 2015, un "aspecto preocupante para la salud pública, ya que aunque estos medicamentos son eficaces para los pacientes con cáncer, no lo son para tratar el dolor crónico no oncológico, como las patologías reumáticas o lumbalgias, que podrían evitarse haciendo ejercicio físico o con otros fármacos".

Asimismo, con una dieta saludable, la toma de medicamentos para el colesterol "podría evitarse en aquellos pacientes que no tienen una enfermedad cardiovascular", ha dicho. En la Comunidad, 13 de cada 100 aragoneses toma uno de estos fármacos diariamente.

Además del consumo de los dos medicamentos anteriores, los inhibidores de la bomba de protones o protectores gástricos como el omeprazol son de uso frecuente entre la población. Lo preocupante de esta tendencia no es que se tomen, sino que entre el 54 y el 70 por ciento de las prescripciones son "inadecuadas y podrían evitarse", ha apuntado Bestué.

Por su parte, Bandrés ha señalado los diferentes programas que desarrollan desde el Departamento de Sanidad para concienciar de un uso racional de los medicamentos. Entre ellos, las revisiones mensuales que se hacen de los tratamientos de los pacientes medicados, un sistema que ha permitido, desde enero de 2017 hasta abril de 2018, reducir en casi 6.000 el número de aragoneses tratados con fármacos porque el riesgo superaba el beneficio.