La convocatoria de plazas para celador en el Servicio Aragonés de Salud, que se celebró ayer en varias facultades de la Universidad de Zaragoza, congregó finalmente para el examen a 7.571 personas, según informó el Departamento de Sanidad. Esta cifra supone la asistencia a la prueba de la mitad de los inscritos y admitidos inicialmente, que era de 14.774 personas.

Al examen, donde se ofertaban 338 plazas, acudieron opositores de Aragón, pero también de otros puntos de España como León, Valencia, Elche o Madrid. Muchos de ellos realizaron el viaje de madrugada en autobús y, al mediodía, emprendieron el camino de vuelta. En algún caso, algún sindicato sanitario fletó autobuses para favorecer el desplazamientos a los opositores, mientras que otros acudieron a la prueba con la maleta en mano porque optaron por viajar con tiempo a Zaragoza y poder descansar.

Como ante cualquier examen, nervios, repasos de última hora y rostros serios se pudieron ver a la entrada de las diferentes aulas del campus dispuestas para la prueba, una de las que más aspirantes reúne tras las oposiciones para médicos de familia y conductores que tuvieron lugar el pasado mes de enero.

Estas oposiciones pertenecen a las ofertas acumuladas (complementaria 2011, 2014 y 2015) del Servicio Aragonés de Salud y, tal y como recordó esta última semana la consejería de Sanidad, no se han visto afectadas por el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Gobierno central contra la oferta extraordinaria de 2016.

Esta fue aprobada a finales del año pasado, pero el último Consejo de Ministros la echó para atrás por considerarla como consecuencia de una ley de salud aragonesa «anticonstitucional».

El próximo domingo / Tras la prueba de ayer, el siguiente turno es para la oposición de auxiliar administrativo del Servicio Aragonés de Salud. Según la relación provisional de admitidos publicada en el Boletín Oficial de Aragón (BOA), unas 10.500 personas aspiran a las 386 plazas ofertadas. Los exámenes también tendrán lugar en las distintas facultades de la Universidad de Zaragoza.

El parón de la OPE extraordinaria del 2016 afectará, especialmente, a los hospitales periféricos, ya que supone «un serio contratiempo» para la cobertura de plazas, tal y como reconoció el gerente del Salud, Javier Marión. Este incidió en que el argumento dado por el Gobierno central «no tiene razones objetivas», porque las 1.483 plazas ofertadas ya existen y están ocupadas ahora por personal interino.

Por su parte, los sindicatos aragoneses han reclamado al Departamento de Sanidad una reunión urgente para saber más acerca de la situación.