Minutos antes del acto de inauguración, decía ayer Francisco Beltrán, vicerrector de Internacionalización y Cooperación de la Universidad de Zaragoza, que la danza del dragón es sinónimo de «fortuna y prosperidad» para la comunidad china. Agarrándose a ese deseo y como si de una bendición para la nueva andadura académica se tratara, en el Paraninfo no faltó el dragón, la música china, el Tai chi o las artes marciales.

El país asiático es el segundo proveedor de Aragón después de Alemania, cada año visitan la comunidad unos 40.000 chinos y más de 5.000 están censados oficialmente en la región. A todo ello se suma que, en los últimos años, los estudiantes chinos con presencia en la Universidad de Zaragoza se han triplicado. El año pasado el campus tuvo 50 alumnos chinos, mientras que este año la cifra ha aumentado hasta los 200.

Centro de investigación

También la demanda del aprendizaje de chino ha crecido entre los aragoneses. Hasta ahora en Zaragoza, el Centro de Lenguas Modernas, que depende la universidad, y la Escuela Oficial de Idiomas (EOI), propiedad del Departamento de Educación, eran los dos únicos organismos públicos que ofertaban el estudio de esta lengua. «Vamos a lograr establecer unas relaciones que van más allá de la enseñanza, porque la parte cultural es desconocida, muy interesante y, todo ello, apunta a un nicho laboral importante para los jóvenes aragoneses», indicaron desde el campus. Intercambios, talleres, viajes o el refuerzo de las líneas de investigación entre Aragón y China mediante la creación de un centro conjunto de innovación sobre Materiales, Nanociencia, Bioingeniería, Biomedicina, Energía o Medio Ambiente son solo algunas de las consecuencias de un Instituto Confucio que va más allá de la enseñanza y que abre nuevas vías de desarrollo para el campus, la comunidad, el tejido empresarial y la población en general. De este modo, se difundirá el trabajo universitario que se realiza en el campus aragonés más allá de las fronteras porque Confucio pondrá a Zaragoza en el mapa.

Por otro lado, la universidad ya estudia con varios campus de China la implantación conjunta del doble grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Turismo. Además, en marzo se firmó un convenio con un consorcio de cien universidades chinas para desarrollar proyectos internacionales.