Los servicios sociales aragoneses, en concreto los de atención a la infancia, han recibido más de 100 correos de otras tantas familias interesadas en hacerse cargo de la niña india cuyos padres adoptivos la entregaron a la Administración autonómica. Así lo señalaron ayer a Efe fuentes de la consejería de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno aragonés, que destacaron que a pesar de tantos ofrecimientos, que agradecen, la situación de la menor se encauzará por «un procedimiento riguroso» y siempre con el acuerdo de las autoridades indias.

De hecho, los contactos entre los responsables del área de Infancia de la consejería y representantes de la Embajada del país asiático son «constantes» con la finalidad de solucionar cuanto antes la situación de la niña.

A la Administración autonómica no le consta que la menor haya pedido por carta regresar a su país de origen, y en cualquier caso, como es preceptivo según la legislación y regulación de adopciones en España, en las que prevalece el interés superior del menor, la administración aragonesa baraja dos prioridades: encontrar para la niña una nueva familia española que la adopte o una familia que la acoja con carácter permanente.

EN ZARAGOZA

Por tanto, la niña india, a la que los padres adoptivos entregaron a los servicios de infancia porque tiene 13 años y no 7, como se les comunicó en principio, continúa en un centro de acogida de Zaragoza, a la espera de una solución.

Volver a India sería la posibilidad más remota, y probablemente la menos idónea, según la profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad Comillas, Salomé Adroher, experta en la normativa sobre adopciones nacionales e internacionales. Porque, si regresara, debería aguardar de nuevo a que se le reasignara una familia de adopción, procedimiento que, independientemente de lo que estipule la legislación india al respecto, conllevaría más tiempo de espera para la menor.

No es descartable esta salida, pero, por el momento, la prioridad se sigue moviendo entre una nueva familia de adopción, lo que requiere la validación de un juez, y una nueva familia de acogimiento, para lo que es suficiente el aval de la Administración.

Lo que queda confirmado es que al dar por truncado el proceso, la pareja residente en Zaragoza que adoptó a la menor india en enero de este año no podrá hacer ninguna adopción más.