El Ayuntamiento de Huesca ha emitido una ordenanza por la cual 1.309 edificios anteriores a 1945 se someterán este año obligatoriamente a una revisión técnica para comprobar su estado y adoptar las medidas correctoras que sean convenientes. Se trata de una especie de ITV de inmuebles que corre a cargo de sus propietarios y de las comunidades de vecinos y que se llevará a cabo por profesionales del sector, sin intervención municipal.

"El objetivo de la ITV es garantizar la seguridad y la estanqueidad de los edificios", apunta Gemma Allué, concejala de Urbanismo. "Hay zonas de Huesca con una cierta antigüedad y creemos necesario verificar que cumplen las normas exigibles a estas construcciones, como se hace en otras ciudades españolas, entre ellas Zaragoza", añade.

De momento, en esta primera fase, la ITV se va a centrar en el área conocida popularmente como el Riñón, que abarca los barrios de San Pedro, de la Catedral, de Santo Domingo y San Martín y de San Lorenzo.

"El coste de la revisión lo asumen los propietarios", señala Allué. Estos deben contratar a un técnico para que realice la inspección, al margen del municipio, como pasa en el caso de los automóviles cuando se someten a la ITV.

En el caso de que no se lleve a cabo esta revisión, los propietarios se exponen a la apertura de un expediente sancionador. El propietario puede ser requerido hasta tres veces y, de no llevar a cabo lo estipulado, se le sancionará con 800 euros. En última instancia, el ayuntamiento se hará cargo de la inspección, que económicamente será responsabilidad de los propietarios.

Se trata, según Allué, de una inspección "de mínimos" que abarca aspectos como la estructura, la fachada, los elementos adosados a la misma, la cubierta y los servicios generales. Los técnicos examinarán las casas y señalarán aquellas partes que deben ser objeto de mejora. De esta forma se evitará que los edificios entren en un proceso de degradación.

En particular, las inspecciones detectarán humedades, problemas de cimentación e inseguridad de elementos de la fachada y de los tejados. El objetivo es evitar que estas deficiencias puedan derivar en un peligro tanto para los moradores como para los transeúntes y los edificios contiguos.

Desde esta semana, el consistorio ha empezado una campaña divulgativa, con unas jornadas técnicas para técnicos y propietarios, con el objeto de que conozcan el procedimiento que deben seguir. El encuentro ha tenido una gran respuesta ciudadana.