Más de la mitad de los jóvenes de Aragón se ha emborrachado alguna vez (57,8%), mientras que descienden las intoxicaciones etílicas en el último mes, que son del 25,5% frente al 34,7% del 2014. La primera borrachera, según el estudio, se produce a los 14 años.

Así, el alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva de mayor consumo en la comunidad, por encima de la media, con un 82,6% de estudiantes que afirma haberlo probado en alguna ocasión a lo largo de su vida. El dato es ligeramente inferior al 2014, cuando era del 83,3%.

La edad del inicio de la ingesta de alcohol son los 13 años y la prevalencia se encuentra ligeramente más extendida entre las mujeres. De hecho, tan solo en el tramo temporal del consumo en el último mes son superadas ligeramente por los hombres.

Respecto al binge drinking, referido al consumo en atracón cuando se ha tomado 5 o más vasos, cañas o copas de bebidas alcohólicas en una misma ocasión, es decir, en un intervalo aproximado de dos horas, algo más de 1 de cada 3 alumnos de 14 a 18 años (37,3%) reconoció haber realizado este tipo de consumo en el último mes. Esta práctica se encuentra ligeramente más extendida entre los hombres.

Botellón / Por otro lado, un 62,4% de estudiantes declara haber realizado botellón en el último año y es algo más habitual en Aragón entre las chicas, con un 64,8% frente al 60,3% en chicos. Salvo en el tramo de los 18 años, el botellón está más extendido en Aragón que a nivel estatal.

Los lugares preferidos para consumir alcohol durante los últimos 30 días son principalmente en bares o pubs (45,3%), en calles, plazas, parques, playas o espacios públicos abiertos (40%) y en discotecas (33,5%). También se consume alcohol con cierta frecuencia en casas de otras personas (27,4%) y en la propia donde se reside (15,6%).

Por su parte, los lugares donde se adquieren las bebidas alcohólicas son los supermercados (49,6%), los bares o pubs (46,8%), las discotecas (33,5%) y las tiendas de barrio, chinos, quioscos o bodegas (27,9%).

«Nos preocupa que la percepción del riesgo es baja cuando el consumo de alcohol es moderado. La idea de que tomar unas cañas el fin de semana o unos vinos no pasa nada, no tiene importancia, nos hace ver que todavía hay lagunas», señaló Francisco Javier Falo, director general de Salud Pública. «Hay unos efectos consecuentes de tomar alcohol en exceso relacionados con los accidentes, la violencia o el sexo sin protección», añadió.