El concurso gastronómico se desplazó el pasado mes de marzo hasta la comarca turolense para rodar un programa que acerca a los televidentes el mundo de la trufa negra (Tuber Melanosporum) con la intención de mostrar la importancia que este cultivo tiene en la zona.

De esta manera, la trufa negra de Teruel se convierte en la embajadora del paisaje y de la cultura agraria de la comarca de Gúdar-Javalambre, la principal zona productora de este hongo en Europa.

A lo largo de dos jornadas, los concursantes han descubierto cómo la trufa negra ha pasado de ser una explotación silvestre a un cultivo agrario totalmente ecológico, y también se han convertido en cazadores de trufa gracias a la ayuda de perros adiestrados con los que han recolectado sus propios ejemplares.

Después, en el castillo de Mora de Rubielos los 12 aspirantes deberán superar el reto de cocinar para cincuenta personas expertas en truficultura un menú con la trufa negra y el cerdo ibérico como protagonistas.

Masterchef tiene entre sus objetivos mostrar la riqueza agroalimentaria de las diferentes zonas de España y el importante papel de los productores locales para llevar hasta la cocina de cada casa estos de una calidad excepcional.