Entre 2.500 y 3.000 ciclistas aficionados, la mayor manifestación ciclista en la historia de Aragón, reivindicaron ayer "justicia y respeto" para las bicicletas. Los manifestantes recorrieron los 16 kilómetros que separan las afueras de Zaragoza del punto de la N-330 donde hace una semana fueron atropellados Enrique Comín y Alberto Martínez por un conductor ebrio que fue detenido.

Convocados por la Federación Aragonesa de Ciclismo, los participantes en la marcha sobre dos ruedas se concentraron delante de la cruz que recuerda el lugar del suceso, donde se depositaron ramos de flores y se pronunciaron discursos en los que se pidió a las Administraciones que apliquen medidas que eviten accidentes como el del domingo 21 de agosto, que elevó a cuatro el número de ciclistas muertos en las carreteras aragonesas desde que empezó el 2016.

"Los representantes políticos tienen que tomar medidas preventivas", afirmó, entre lágrimas, una familiar de uno de los fallecidos. Luis Marquina, presidente de la Federación Aragonesa de Ciclismo, calculó que el número de asistentes a la manifestación podría acercarse a los 4.000.

"Nuestro mensaje de hoy aquí es doble, de solidaridad con las familias, que dentro de su dolor estén arropadas, y para reivindicar carreteras seguras", añadió. Marquina insistió en la necesidad de mantener limpios los arcenes y de llevar a cabo campañas de concienciación dirigidas a los ciclistas y, sobre todo, a los conductores. "Se tienen que divulgar de una vez muy bien las nuevas directivas de la DGT: el respeto a la prioridad de las bicicletas que están en las rotondas, el metro y medio de distancia y que el conductor sepa que puede pisar la raya continua para adelantar a un ciclista o a varios".

Sin embargo, en su opinión, la solución está en la prudencia. "Con un poco de sentido común se evitaría un porcentaje de accidentes grandísimo", aseguró.

PRUDENCIA

Fernando Graus, presidente del Club Ciclista Zaragozano, tuvo una palabras para "los conductores imprudentes a los que molestamos". "Que piensen que por la espalda no conocen al que pueden atropellar y que un día podría ser un hijo, un hermano, un amigo suyo", advirtió. "Respetar el metro y medio da vida", concluyó.

La manifestación, que partió a las 8.30 de la gasolinera de Valdespartera, cubrió en media hora el tramo hasta el punto del accidente, un tramo recto, con buena visibilidad y en ligera pendiente. Nacho, uno de los participantes, protestó por el "poco rigor de la ley con los conductores que van bebidos" y señaló que, en su opinión, la distancia de metro y medio entre coche y bicicleta "es insuficiente".

Castroviejo solicitó asimismo una "mayor dureza" con los conductores "que cogen el volante sin estar en condiciones óptimas". Y para Pedro Peirona, el accidente "se podría haber evitado, porque el causante había tenido un primer accidente que fue captado por unas cámaras", apuntó.