Las empresas públicas de la comunidad autónoma tienen un presupuesto para este ejercicio que supera los 218 millones de euros. Una cantidad que gestionarán alrededor de 25 compañías cuyo balance económico no es halagüeño. Según la memoria que consta en el proyecto de presupuestos, la mayor parte acumula pérdidas y no tienen un horizonte financiero muy positivo. Más bien al contrario, tienen escasa actividad económica y, por consiguiente, una mínima rentabilidad.

Por este motivo, el Gobierno de Aragón reduce al máximo los gastos y los planes de explotación de estas empresas a pesar de que en el 2011 ya se llevó un radical plan de reestructuración que ha conseguido reducir gran parte del costo a las arcas públicas, y se ha pasado de un centenar de empresas públicas a mantener apenas 25, bien por su rentabilidad como por su interés o utilidad social.

Motorland sigue siendo una de las empresas que menos retorno tiene, si bien desde el Gobierno de Aragón se insiste en hacer una estimación subjetiva de los grandes beneficios que acarrean a la comarca del Bajo Aragón los eventos deportivos que allí se dan, cifrándolos en más de 30 millones de euros según algunos estudios.

Lo que está claro es que sobre el papel, la Ciudad del Motor de Aragón, con un presupuesto que roza los 19,5 millones de euros, es un saco sin fondo para las arcas públicas. Con unas pérdidas de 8 millones, se contempla una inversión en mejoras de las instalaciones de 1,34 millones «condicionadas a la existencia de fondos para llevarlas a cabo».

OPCIONES

Durante el ejercicio 2017 no se estima la formalización de nuevo endeudamiento, salvo la regulación de la póliza de crédito que debería tener un límite de 2,8 millones para llevar a cabo su actividad e inversiones hasta la recepción de los fondos. Con respecto al préstamo de la DGA y los intereses devengados y no pagados hasta el 31 de diciembre del 2017, se estima que ascenderán a 20.486.217 euros. Dado que la sociedad no genera flujos de caja positivos para hacer frente al mismo y depende totalmente de las aportaciones de los socios, «se debería estudiar la opción de capitalizarlo».

Otra compañía creada al albur de los tiempos de riqueza es Zaragoza Expo Empresarial, que prevé unos beneficios de 3,5 millones sin incluir deterioros de los activos de la sociedad «ni contingencias extraordinarias». Con estos resultados previstos, la sociedad se encontrará en situación de equilibrio patrimonial. En estos momentos, y a pesar de que la mayor parte son edificios públicos, está percibiendo 12 millones en arrendamientos.

SARGA // La empresa que más presupuesto se lleva y que más actividad realiza, es la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (Sarga, resultante de la fusión de Sirasa y Sodemasa), con 45,5 millones de euros. Su actividad se ha visto afectada por la reducción presupuestaria de Aragón, sufriendo un importante descenso del volumen esperado de negocio, reduciéndose inicialmente la producción prevista en cerca de 25 millones de euros en el 2016 (de 68,2 a 43,5 millones). Ahora se prevé un aumento mínimo del 1% de la cifra de negocio en producción, bajo el planteamiento de que la aportación de nuevas posibilidades de actividad, alineadas con su actividad como medio propio del Gobierno, compensa la caída presupuestaria de algunas líneas de negocio.

El dato negativo de esta compañía han sido los ahorros generados por el ajuste de plantilla realizado en abril del 2016 que ascienden al millón de euros, tanto por los despidos individuales como por la amortización de puestos directivos por expedientes disciplinarios.

Peores perspectivas tiene la empresa Suelo y Vivienda de Aragón con pérdidas superiores a los 7 millones y que tampoco remontará este año, con ingresos de 3 millones de euros que no compensarán las pérdidas del ejercicio, (unos 655.00 euros). Eso sí, mucho menores que los difundidos en ejercicios presupuestarios anteriores.