Dos horas antes del lanzamiento del proyectil anunciador, el Ayuntamiento de Huesca acogió el tradicional encuentro entre los alcaldes de Huesca y Tarbes, hermanadas desde el 8 de julio de 1964. Luis Felipe y su homónimo francés izaron sus respectivas banderas en un acto que estuvo acompañado por la Banda de Música de Huesca, que interpretó el himno nacional francés y español.

El acto estuvo acompañado de sendos discursos de los dos alcaldes, a los que se sumó Javier Lambán, que también estuvo presente en el acto, y que realizó una breve intervención en la que se refirió a las fiestas como un espacio de reencuentro para el pueblo «en el que en una ciudad se ve reflejada en su propio espejo, con sus virtudes, modernidad o aspiraciones».

Posteriormente, el salón de Justicia del consistorio acogió el recibimiento de las autoridades y la imposición de la Parrilla de Oro, que este año fue entregada a la Agrupación de Danzantes de Huesca, que ya recibieron este distinguido galardón en 1965, y que 52 años después volvieron a obtener. Como gesto de agradecimiento a este premio, máximo reconocimiento entregado por toda la comunidad, los Danzantes se comprometieron a realizar un pequeño espectáculo a las puertas del hospital San Jorge el próximo 11 de agosto para celebrar el 50 aniversario del centro. «Nos hicieron la petición y no pudimos rechazarla» indicó el mayoral Pascual Campo, que muy emocionado recogió el premio acompañado de algunos miembros de la junta.