La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Mayte Pérez, ha afirmado hoy, que independientemente de cualquier objetivo estratégico, los poderes públicos deben generar espacios de reflexión que sean capaces de "fortalecer el autoestima" del pueblo gitano y visibilizar su peculiaridad.

En respuesta a una interpelación formulada por la diputada de Podemos Erika Sanz en la sesión plenaria de las Cortes, la consejera ha insistido en que los gitanos "tienen que estar orgullosos de esa cultura" y no deben renunciar a ella.

El Gobierno, por su parte, debe "acompañar" a este pueblo a "realizarse como personas en una sociedad del siglo XXI", ha agregado.

Para ello, se ha aprobado recientemente la Estrategia Integral para la Población Gitana en Aragón 2018-2020, elaborada en colaboración con las asociaciones del pueblo gitano, y que pone de manifiesto la necesidad de un plan integral.

Esta estrategia recoge diversas medidas en política de becas a las familias más desfavorecidas o prevención del absentismo, entre otras.

No obstante, Pérez ha reconocido que la Administración tiene que ponerse "las pilas" ante las importantes brechas que tienen las personas pertenecientes a esta etnia en comparación con la población general.

Así, ha señalado que la tasa de matriculación en Educación Infantil es del 62,07 por ciento frente al 96 por ciento general, aunque se ha mejorado gracias al "esfuerzo" que se viene haciendo, lo que ha calificado como "éxito colectivo e individual de las familias".

Ha señalado también que solo el 60 por ciento de los niños gitanos de 12 años está en el curso que le corresponde por edad, 20 puntos menos que el conjunto de la población; que más del 60 por ciento no se graduan, frente a poco más del 10 por ciento general; o que casi la mitad del alumnado absentista pertenece a este colectivo.

Por su parte, la parlamentaria de la formación morada ha comenzado su intervención reconociendo a las mujeres gitanas que a lo largo de la historia han sido "ejemplo" de su pueblo y "testimonio vivo" de los cambios que necesita la estructura social para tener un mundo mejor y de "pleno derecho" para toda la ciudadanía.

A pesar de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la Constitución española o del Estatuto de Autonomía, estas personas siguen sufriendo discriminación por ser gitanas, siguen siendo "despreciadas culturalmente", "no reconocidas" e "invisibilizadas", ha denunciado.

Además, el 54 por ciento de la población gitana aragonesa sufre pobreza severa, creando así una brecha con el resto de la población que incluso se agudiza en función del lugar donde se viva.

Ante esta situación, ha subrayado que la educación pública tiene que ser "aliada de la causa gitana" y que, en ese sentido, el Gobierno autonómico debe reconocer que tiene parte de responsabilidad en el "fracaso" de estas políticas, porque los datos son "verdaderamente alarmantes".

Sanz ha concluido insistiendo en la necesidad de un cambio estructural que parta de la propia Administración, después de que se haya demostrado que las políticas asimilacionistas "no han funcionado ni funcionan".