Una empresaria catalana se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia de Zaragoza por, supuestamente, manipular un cuentakilómetros para enriquecerse en la venta de un Mercedes. La acusada, Ana María J. S., lo rechazó, asegurando que se dedica al negocio de los vehículos de ocasión desde hace cuatro años y esto no lo hace. "Es la primera vez que me pasa algo así", apostilló.

La procesada aseguró que ella compró el turismo de la marca Mercedes por 12.500 euros en transferencia y otros 2.500 en efectivo a otra empresa, si bien nadie le informó de cuántos kilómetros tenía. Simplemente, según declaró, lo revendió por 18.800 euros al particular que ahora le acusa de estafa y que le pidió, a través de su abogado Jesús Pérez Santander, dos años y medio de cárcel. La Fiscalía, por su parte, solicitó un año y medio de prisión.

El hombre que adquirió el turismo aseveró que fue en el concesionario oficial donde le advirtieron de que estaba trucado el kilómetro de 187.000 kilómetros a 133.991 porque "empezó a tener fallos como pérdida de aceite o un ruido extraño". "Lo compré en un establecimiento oficial porque me daba más garantía, pero no me quieren pagar los 4.000 euros de arreglar los desperfectos", recalcó.