Hijo de una familia republicana, hombre afable y médico de profesión, Gustavo Alcalde fue la cabeza visible del PP y sentó las bases del partido para propiciar la entrada de cierta renovación generacional e ideológica.

Uno de los momentos más duros de la vida de Gustavo Alcalde, tanto en su faceta política como personal, fue el asesinato de Manuel Giménez Abad, entonces presidente del PP aragonés. Alcalde tomó entonces las riendas de un partido roto por la tristeza y la indignación, que luego cedió, sin traumas, ya en el 2008, a la actual presidenta del PP y del Ejecutivo aragonés, Luisa Fernanda Rudi.