El plan del Departamento de Sanidad para que, a lo largo de este año, sea posible la detección del cáncer dos semanas después de que el médico de familia sospeche de la existencia de un tumor, no convence a los profesionales de Atención Primaria, que recelan de la viabilidad de la iniciativa. «Queda bien como declaración de intenciones de cara a la galería, pero lo veo imposible», aseveró Leandro Catalán, presidente del sindicato Fasamet.

El colectivo considera que, si bien en algunos tumores, como los de mama, sí se podría alcanzar un diagnóstico en dos semanas después de la sospecha del médico, en muchos otros no podría llevarse a cabo. «No veo posible superar las numerosas trabas burocráticas en tan poco tiempo. Muchos procesos requieren pruebas complejas que no pueden completarse en quince días», añadió Catalán.

En todo caso, los profesionales de Atención Primaria matizan que «todo lo que sea agilizar y mejorar el diagnóstico para detectar un cáncer nos parece perfecto», pero advierten de que «las agendas están llenas».

Porque esta iniciativa de la Administración, enmarcada en la aplicación de la interconsulta virtual (colaboración entre Primaria y Especializada para evitar derivaciones al especialista) incide en la reivindicación de los médicos de familia de una menor carga burocrática y la adaptación de sus agendas a las «nuevas necesidades». «Estaríamos hablando de retomar los 10 o 12 minutos por paciente porque con los 4 o 5 de ahora sería insfuciente. Hay médicos de centros urbanos que atienden hasta 50 pacientes al día y la interconsulta es una carga más que genera más tiempo y más consultas», por lo que defiende una reducción de las agendas «hasta los 25 o 30 pacientes».

El plan de Sanidad pondría en marcha un circuito para la inmediata realización de las pruebas necesarias en sospechas de hasta trece tipos de tumores, entre ellos, de cerebro, mama, pulmón, colorrectal o ginecológico.