El sindicato de médicos de familia Fasamet reprochó ayer, en la inauguración de la 31 edición del Congreso Aragonés de Atención Primaria, a «algunos responsables» del Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés haber tomado decisiones «unilaterales rozando la ilegalidad». Así lo trasladó el presidente del sindicato Leandro Catalán en su intervención al consejero Sebastián Celaya, que asistió al acto de apertura del congreso, bajo el lema Unidos afrontamos una realidad cambiante.

Entre estas decisiones, Catalán incluyó «la modificación de los baremos de ofertas de empleo sin negociación previa, una interpretación equivocada de los méritos que figuraban en las bases de la convocatoria, y la adjudicación de algunas plazas vacantes sin posibilidad de hacerlo». Todo ello, según el sindicato, «buscando una intencionalidad en abrir viejas y olvidadas confrontaciones y que podrían haber originado problemas judiciales».

En el tono crítico que suele utilizar Fasamet en esta cita anual, Catalán incidió en el malestar del colectivo respecto a la política sanitaria que es está llevando a cabo en la comunidad. «Parece que la Administración sanitaria, indistintamente de su color político, continúa con su práctica habitual de hacer lo que quiere y provocar al clásico recurso de acudir a los tribunales de justicia para dirimir los desencuentros, en lugar de buscar salidas consensuadas a los problemas. Recuerdo, entre otros, los recursos provocados con la carrera profesional», expuso.

SOBRECARGA

Fasamet también recordó a Celaya la «sobrecarga» que, en su opinión, se está generando en las consultas de los médicos de familia, especialmente del medio urbano. En este sentido, reclamó «adecuar las agendas de los médicos a las cargas actuales. En caso contrario aparecerán las listas de espera en Atención Primaria».

Catalán también cargó contra las dificultades que sufre el medio rural y el déficit de médicos de familia «que se agudizara mucho más en los próximos años, si no buscamos nuevas fórmulas e incentivos» en una legislatura «con más sombras que luces» hasta ahora y se ofreció para colaborar en la creación de un grupo de trabajo «para estudiar y aprobar un plan de la Atención Primaria para los próximos años».

Por su parte, Celaya afirmó no estar «de acuerdo» con algunas de estas quejas. «Me parece excesivo tildar de tanta burocracia la actual situación». El consejero apostó por aumentar la capacidad resolutiva de la Primaria, ampliando las competencias de sus profesionales y ensalzó medidas ya adoptadas y otras criticadas por ellos,como la interconsulta virtual o la receta electrónica. «Poco a poco iremos solucionando los problemas», aseguró.