El Gobierno de España en funciones cumplió ayer con una de sus últimas actuaciones en Aragón con la firma del anteproyecto definitivo de Biscarrués. Tras muchos obstáculos y recelos incluso en el seno del Ejecutivo central, la directora general de Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Marta Moren, rubricó toda la documentación redactada sobre este embalse ampliamente demandado en el Alto Aragón, a la vez que controvertido. Este es el último paso antes de que el nuevo Gobierno pueda autorizar la licitación de las obras de este pantano, que en principio está proyectado a 35 hectómetros cúbicos de capacidad.

Fuentes ministeriales ni confirmaron ni desmintieron la firma de este documento, aunque según ha podido saber este diario sí de ha producido. En los próximos días saldrá en el Boletín Oficial del Estado y se cierra de este modo la tramitación de una obra que se ha demorado durante años. Aunque tanto el PSOE como el PP tienen el mismo punto de vista favorable a esta infraestructura destinada a regular el Gállego y suministrar agua para los cultivos de la Comunidad de Riegos del Alto Aragón.

TRÁMITES El Ejecutivo socialista tramita in extremis una obra cuya tramitación siempre ha vivido apurando los plazos. De hecho, la declaración de impacto ambiental, que sufrió numerosos vaivenes al considerarse perniciosa en principio, se aprobó con condiciones y sin satisfacer a ninguna parte el día anterior al cese del Gobierno de Aragón, también socialista. Este había presionado al central para que aprobara el impacto con anterioridad, aunque divergencias en el propio ministerio lo impidieron. A todo ello se unió, el pasado mes de enero, la filtración de unos informes del Cedex que cuestionaron la obra por su impacto generó una gran controversia, a la par que crecía la reivindicación de los regantes para que se acelerara la obra.

El PSOE acaba su acción de gobierno con la firma de este importante anteproyecto que deberá ejecutar a partir de ahora el PP. Serán los populares --que siempre han criticado la lentitud del Ejecutivo socialista con esta obra-- los que deban continuar ahora con la licitación de la infraestructura en un momento de grandes dificultades presupuestarias y en el que los presupuestos que presente el Ejecutivo de Mariano Rajoy también sufrirán grandes ajustes en inversión.

El anteproyecto que ahora se aprueba prevé que el embalse se llene siempre que haya 90 metros cúbicos por segundo en el Gállego, lo que le convierte prácticamente en un pantano para laminar avenidas y a que la entrada de agua al pantano se limite a las crecidas del río. Asimismo, el pantano tendrá un alto coste para sus beneficiarios.