El Mercado Central de Zaragoza reabre sus puertas hoy en la carpa provisional instalada en la calle Salduba, a pocos metros del edificio que vieron cerrar el pasado sábado para acometer su rehabilitación integral. Hoy comienza un reto para los 56 detallistas que han decidido proseguir en él: aclimatarse a los doce meses de obras que les espera y aproximarse poco a poco a su previsión de triplicar su clientela. «Hasta ahora pasaban unas 15.000 personas de media a la semana. Creemos que este proyecto nos llevará a alcanzar los 45.000».

Así de optimista se mostró ayer el presidente de la Asociación de Detallistas del Mercado Central, José Carlos Gran, que daba los últimos retoques a su pollería con el trasiego constante de cajas, mobiliario y demás enseres necesarios para que todo esté listo, hoy a las 8.30 horas, para reabrir las puertas al público desde estas instalaciones. Este será el nuevo hogar de todos ellos hasta el 2019, cuando culmine la reforma del mercado de Lanuza. Y a pocas horas de volver a subir la persiana «el optimismo y la confianza es máxima en todos».

Tanto que no solo han desembolsado «unos 70.000 euros de media» para hacerse con la concesión de uno de los 56 puestos ya adjudicados por el ayuntamiento, es que muchos han puesto incluso más dinero solo para estrenarse hoy en la calle Salduba. «En torno a 8.000 euros de media, aunque algunos han llegado a invertir 15.000 euros más», aseguró Gran. Esto significa que, sin ser el mostrador definitivo para ellos, ya han gastado «unos 800.000 euros más» de lo que estaban obligados a abonar por estar hoy ahí. Cámaras frigoríficas nuevas, balanzas de peso modernas, un mostrador reluciente que ha jubilado al anterior... Los puestos de Lanuza se han puesto bonitos para abrazar a una clientela que ya ayer hacía por entrar a comprar. El personal de seguridad se afanaba en aclarar que se inauguraba el día 12 a quienes embocaban la puerta de entrada desde la estatua del César Augusto. Algunos incluso con el carro en la mano.

La confianza es tal que, según el presidente de la asociación, «esta inversión creemos que se podrá amortizar en solo 8 o 10 años». Eso significaría que les quedarían otros 40 de ganancia y de mantener unos costes bajísimos, a 95 euros al mes de canon y otros 200 de mantenimiento y gastos generales, que ahora en la calle Salduba serán menos. «Nuestro planteamiento es que la gente vendrá y verá a la vez que empiezan las obras en el Mercado Central. Así se animará y cuando se abra el otro, esa clientela ya será más que antes. Hemos venido los mejores y tendremos unas instalaciones excelentes», afirmó.

Por eso también cree que esta carpa provisional «se quedará pequeña pronto» para atender una demanda que crecerá. De hecho, aseguran los vendedores que sus clientes les trasladan sus «ansias» por ir a comprar allí. «Mejorar el mercado era una necesidad para nosotros y también para ellos», apuntan.

Respecto a mantener los precios como les pidió anteayer el alcalde Pedro Santisteve, aseguran que es «una retórica innecesaria porque los principales interesados en mantener la clientela son los detallistas». Así que hoy llega para ellos el gran día, el estreno de su antesala al futuro.