Mercedes Yusta presentó la pasada semana su cuarto libro, Madres coraje contra Franco. Un trabajo que muestra los 20 años de existencia de la única organización antifranquista femenina en el exilio español.

--Con su libro arroja luz sobre un tema algo desconocido ¿cómo decidió escribir sobre mujeres exiliadas?

--El libro sigue una línea de investigación que inicié con los maquis en Aragón y luego en Francia continué documentándome sobre el antifranquismo y allí tuve acceso a fuentes con las que pude escribir sobre mujeres exiliadas y sus organizaciones.

--¿Qué organizaciones?

-- Una parte del libro es la historia de las organizaciones de mujeres antifascistas de España y de Europa que tenían el objetivo de movilizar a las mujeres contra el franquismo. Su labor es bastante desconocida, suele parecer que en el exilio estaban aisladas del mundo y todo lo contrario, resultan impresionantes las conexiones que mantenían con los cinco continentes y sus mecanismos. Creo que sorprende porque la imagen que se tiene de las mujeres de los años 50 es mucho más conservadora.

--¿Cuál era su labor?

--Las exiliadas de España mantuvieron contacto y trabajaban apoyando a la resistencia, hacía propaganda, denunciaban la dictadura de Franco en el exterior, también sacaban información de la situación en España a través de las cárceles, publicaban revistas y un largo etcétera. Llama la atención el compromiso que tenían mujeres muy reconocidas en la actualidad como Dolores Ibarruri, La Pasionaria, que ejercía como presidenta de la Unión de Mujeres Españolas y de vicepresidenta de la Federación Democrática Internacional de Mujeres.

--La maternidad es uno de los puntos centrales de su libro ¿por qué?

--El discurso de estas mujeres apelaba a su condición de madres para llegar a otras mujeres, es algo universal que también era necesario en ese momento. Los valores tradicionales retornaron a Europa, después de la guerra vino el retorno al hogar y los índice de natalidad eran muy bajos, un cúmulo de cosas que impulsaron ese mensaje entre las mujeres.

--¿Continuará su investigación sobre este tema?

--El libro termina cuando ilegalizan la UMA, fue en 1950, cuando en Francia se despertó un fuerte anticomunismo que terminó con las asociaciones y organizaciones extranjeras. Estudiar a partir de ese momento me gustaría, ya que se mantuvieron en la clandestinidad, pero es complicado por la escasez de documentos.