Julio ya ha finalizado y ha dejado tras de sí una larga lista de altas temperaturas. "Probablemente este sea el más caluroso de la historia", afirmó Rafael Requena, delegado del Aemet en Aragón. El mes se ha caracterizado, según los expertos, por sus "anormalmente elevadas" temperaturas. Máximas y mínimas han estado unos 4 grados por encima de la media. La responsable del calor extremo es una masa de aire tropical de origen africano. Eduardo Lolumo, meteorólogo de Aragón TV, explicó que se "instaló en la Península y ha actuado como un pequeño continente, receptor de esa masa de aire".

Según Requena, es "destacable" el hecho de que este mes se registró la máxima histórica en Zaragoza capital. El récord tuvo lugar el día 7, y la temperatura que se alcanzó fue de 44,5 grados, algo nunca visto en la ciudad desde que existen datos, y que obligó a decretar la alerta roja por calor. Para encontrar la cifra aproximada, hay que remontarse al 2009, cuando se llegó a los 43,1.

Por otro lado, llaman la atención las mínimas sin precendentes de este mes, que han superado los 20 grados. Lolumo explicó que el día 7 de julio también se registró la temperatura mínima más alta. Fue en Andorra-Sierra de Arcos y el Bajo Aragón, donde el termómetro marcó 28 grados. A esto hay que sumarle que el descenso más pronunciado de las temperaturas se produjo justo después de la jornada más calurosa del verano, el día de San Fermín.

ZARAGOZA

Las máximas en la capital aragonesa se situaron, desde el 19 de junio, por encima de la media. Requena explicó que la bajada más significativa fue el 8 de julio, después de haberse batido el récord de máxima histórica. El termómetro descendió más de 10 grados en tan solo unas horas, desde los 44,5 hasta los 30. No obstante, el calor no tardó mucho en reaparecer con fuerza. El otro "bajón brusco", continuó el delegado, se produjo el día 25, cuando durante dos jornadas las "entradas de cierzo" provocaron que la temperatura disminuyera hasta los 27 grados.

En cuanto a las mínimas en la capital aragonesa han estado "por encima de lo normal" excepto en dos ocasiones. "Ha habido días en los que las temperaturas más bajas eran de 24 grados y, además, el viento estaba en calma, lo que aumentaba la sensación de calor", insistió Requena.

TERUEL

En Teruel las anomalías todavía han sido más espectaculares. "Todos los días excepto el 25 de julio las máximas estuvieron por encima de la media", explicó el experto. Y, además, en bastantes ocasiones "por encima de los 35", algo que, para la capital turolense, no es "habitual". Las mínimas registradas en la ciudad también fueron "altas", a pesar de que no superaron los 20 grados. "Aunque sea verano, en Teruel suele bajar más la temperatura", incidió Requena.

HUESCA

Huesca tampoco se libró del calor extremo. Todas las máximas se situaron por encima de la media hasta el día 25, aunque la ciudad no superó su histórica de 42,6 grados. En cuanto a las temperaturas más bajas, también superaron la media en varias ocasiones. Lo más significativo de la capital oscense fue, según el experto, que en la primera quincena del mes se acercaba a los "5 grados de anomalía positiva".

Las olas de calor tuvieron un papel protagonista este mes de julio. No destacaron por su excesiva duración, ya que se acababan en tan solo aproximadamente 8 días, cifra que queda lejos de las 16 jornadas consecutivas del 2003. No obstante, sí que se batió el récord de días totales en condiciones de calor extremo. "La persistencia de estas sucesivas olas ha provocado que en lugares como Teruel se haya soportado un julio caluroso como, probablemente, ninguno", concluyó Lolumo.