Carretera de Logroño, calle Rioja, avenida de Navarra o puente del Tercer Milenio. Da igual desde dónde se acceda porque el nuevo centro de especialidades es visible desde cualquiera de estas vías de Zaragoza.

Únicamente solapado por las dimensiones de la estación de Delicias, el edificio se muestra al público totalmente recubierto de cristales y enormes ventanales. Un revestimiento en tonos verdes que ya no deja de ver, como sí hacía meses atrás, los entresijos de un centro que cuenta con seis plantas sobre rasante y tres sótanos, en una superficie total que asciende a los 24.788,30 metros cuadrados.

En el interior, todo prácticamente está terminado. Al menos, cada espacio ya está definido para un uso y habilitado para el mismo. Incluso los jardines interiores ya presentan los árboles que rompen con la arquitectura del edificio. Por delante, más de cinco meses para pulir detalles de este inmueble en el que todavía ayer se veían cartones y protecciones en suelos y barandillas, letreros identificativos sin colocar y ascensores y escaleras mecánicas paradas. Recién pintando, avisaba un cartel en una de las puertas.

Los detalles

Los operarios trabajan a destajo. "Es un edifico muy grande y todos los detalles, por pequeños que sean, deben estar perfectamente cuidados", apuntaba un miembro de la cuadrilla de trabajadores. Parte de las cerca de 130 consultas que albergará el centro ya están identificadas e, incluso, muchas de ellas ya disponen de lavabos y grifos. Pero el abastecimiento de agua y de luz todavía tendrá que esperar.

Muy contentas estaban ayer dos representantes del 061 cuando les explicaron la sala que ocupará su servicio. "Es perfecta", dijeron mientras Oliván les confirmaba su sede. En su caso, trabajarán en mesas ubicadas en sentido circular, con el objetivo de que el contacto visual sea directo.

"Es muy importante la coordinación. Estaremos enfermeros, administrativos y otros trabajadores, por lo que es fundamental vernos las caras cuando suene un teléfono y haya que hacer alguna gestión. Una mesa detrás de otra no sirve para nada. Aquí tenemos mucho espacio y ya vemos que el suelo está acondicionado para enchufar todos los ordenadores y aparatos que necesitamos", se congratuló una de ellas.